Atropelló y culpó al hijo: un año después, marcharon por la víctima
| 30 de Enero de 2017 | 02:20

Hace un año, Pablo Larroca (27) caminaba por la avenida Montevideo después de haber trabajado todo el día, con su bicicleta a la rastra porque se le había pinchado una rueda. Un auto que circulaba a toda velocidad lo embistió de lleno, causándole heridas tan graves que murió allí mismo.
Sucedió el 29 de enero del año pasado a la altura de la calle 52 y quien iba al volante de ese Renault Megane gris no paró para ayudar a Pablo. Cuando la policía identificó al coche, su dueña, Roxana García, de 37 años, argumentó que su hijo de 15 y su sobrinito le habían sacado el vehículo sin su permiso, responsabilizándolos por el accidente.
La intención habría sido evitar las sanciones judiciales aprovechando que se trataba de menores, pero la coartada le duró poco y ella, que es peluquera, quedó detenida.
A un año de la tragedia, familiares, amigos y vecinos de Pablo volvieron anoche al lugar donde murió, para celebrar una misa, recordarlo y pedir Justicia.
Partieron alrededor de las 20.30 desde Montevideo y 56, para caminar lento, algunos a caballo, pero todos en silencio, hasta la esquina de 52.
“Como lo hice desde el primer día, pido que no hayan otros Pablo; que cambien las leyes”, reflexionó Marta, la madre de Larroca, en una charla con EL DIA.
A ella y su esposo, Oscar, los indigna saber que la responsable “está con arresto domiciliario”.
“Ni siquiera sabemos si lo cumple”, se quejó Marta, reclamando que “alguien controle si está verdaderamente en su casa”.
“A esto yo no lo llamo accidente”, apuntó Oscar, porque ella “escapó, escondió el auto y culpó a su propio hijo”, lamentó.
Un video de las cámaras de seguridad de la zona permite ver que el Renault Megana pasó a toda velocidad, tanto, que sólo “se ve la luz, debido a lo rápido que circulaba por la avenida”, recordó el padre de Pablo.
Contrera García es peluquera, vive en Berisso y tiene tres hijos. “Acá no hubo un accidente, hubo mucha negligencia a 120 o 130 kilómetros por hora. Es más grave lo que hizo de culpar a su hijo que lo que le hizo al mío”, cerró Oscar.
El vehículo quedó con abolladuras, roturas en el parabrisas y una óptica. Tras las primeras tareas investigativas, la policía detuvo a dos menores en la zona de 173 y 25, pero todo dio un vuelco cuando García dio versiones muy contradictorias que llevaron a las autoridades a dejarla detenida ante la sospecha de que ella era quien conducía el Megane y trató de responsabilizar a los chicos.
La familia Larroca sigue buscando testigos y espera una dura condena cuando el caso llegue a juicio. Pablo tenía dos hijos, Bianca, de 3 años y Bautista, de 7.
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