Criminales registrados por las cámaras y delatados por su familia
| 30 de Enero de 2017 | 02:21

Dos resonantes crímenes fueron esclarecidos luego de que familiares de los sospechosos los reconocieron al verlos en imágenes de videos de cámaras de seguridad y no dudaron en denunciarlos. El último caso es el del homicidio del empresario español Roberto Fernández Montes (67), y el antecedente más cercano se registró en 2014 durante la investigación del asesinato de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez (21), ambos cometidos en Capital Federal.
Hace una semana, Giselle Fernández Montes fue advertida por la pareja de su padre que éste había dejado de comunicarse como lo hacía habitualmente, por lo que realizaron una exposición policial de averiguación de paradero, iniciaron una campaña de búsqueda por redes sociales y junto a su hermana Natalia y el “solícito” esposo de ésta, Santiago Corona (34), recorrieron calles y hospitales.
Por la noche, ya en el departamento que compartía con su padre en el barrio porteño de Caballito, la chica comenzó a percibir pequeños desarreglos hogareños, como la desaparición de trapos y unas manchitas de sangre, que no le permitieron dormir. Al otro día le preguntó al encargado del edificio si sabía algo de su padre y le pidió ver las imágenes de las cámaras de seguridad.
Junto a su novio comenzó a revisar los videos, hasta que una imagen les impactó: vieron cómo dos hombres arrastraban un cuerpo envuelto en un cubrecamas ensangrentado y uno de ellos era nada menos que su cuñado Santiago.
Su hermana se encontraba con su esposo y sus dos pequeños hijos cuando Giselle, con instrucciones del juez Hernán Martín López, le avisó por teléfono la novedad y le pidió que sin decirle nada a él lo llevara urgente a la comisaría.
EL HOMICIDIO DE NICOLE
En julio de 2014, la estudiante chilena Sessarego Bórquez disfrutaba de sus últimos días en Buenos Aires, a donde había venido para realizar cursos de comunicación social en la Universidad de Buenos Aires (UBA). A las 7 del 15 de ese mes, Nicole volvía de un boliche y en la puerta de su edificio del barrio porteño de Almagro fue atacada a puñaladas por un joven.
Las cámaras de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, comercios y la red de subterráneos permitieron reconstruir gran parte de recorrido que había hecho la chica y llamó la atención un joven que hizo un periplo similar. Pasaban los días y los detectives no lograban identificar al sospechoso, hasta que el juez de instrucción Luis Zelaya ordenó difundir fotografías digitalizadas de los videos. La joven Milagros Azcona miraba televisión en su casa del Gran Buenos Aires cuando quedó sorprendida. Entre llantos despertó a su padre Roberto y le dijo: “El del video es Lucas”, su hermano de 24 años. El hombre vio las imágenes y no dudó. “Por la forma de caminar de la persona del video era mi hijo” declaró luego en el juicio oral.
Esperó que su hijo llegara a la casa y cuando se encontraban solos le preguntó si el de los videos era él. Con la cabeza gacha y llorando, Lucas lo abrazó. Azcona fue condenado el año pasado a prisión perpetua por el femicidio.
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