Insólita sucesión de falsas alarmas perturba la tarea de Defensa Civil

Una insólita y desde luego inquietante sucesión de llamadas telefónicas con falsas alarmas perturban la tarea de Defensa Civil de La Plata y al área de Atención del Riesgo de la Municipalidad local. Según acaba de informarse en este diario, cuatro de cada 10 llamados están vinculados a llamados que alertan sobre emergencias inexistentes, en una situación que debe ser investigada a fondo por las autoridades, procurándose no sólo su esclarecimiento sino, llegado el caso, aplicando a los responsables las sanciones más severas previstas por la ley.

Se descuenta que estas comunicaciones complican seriamente a quienes trabajan en estas dependencias porque tienen que destinar equipamiento material y humano en lo que termina siendo una broma de pésimo gusto que genera un peligro cierto, porque puede provocar inconvenientes para atender emergencias que son ciertas y merecen una urgente atención.

Cabe señalar que muchas de las falsas alarmas se relacionan con la caída de cables de alta o mediana tensión, de ramas por caer, de supuesta presencia de alacranes o situaciones de peligro derivadas de inundaciones, que terminan siendo, en realidad, o inexistentes o mucho menores en gravedad que las planteadas por el denunciante.

Los funcionarios señalaron que es amplio el abanico que ofrece el numeral telefónico 103 y que, por eso, no dejan de filtrarse llamados con denuncias falsas. Destacaron asimismo que si bien estos llamados se encuentran en baja con respecto a igual época del año pasado, la situación aún inquieta y requiere ser analizada para hallar una solución.

Bien se conoce que en otras dependencias –que se atienden situaciones de mayor riesgo- como son, por caso, la brigada de Explosivos y los cuerpos de bomberos, reciben al año numerosas denuncias sobre amenazas de bombas o incendios, que se convierten luego en falsas alarmas. Se trata de un alto índice de verdaderas intimidaciones públicas, con una intensidad que, en ocasiones, se ven acentuadas por distintas circunstancias coyunturales.

Cabe recordar que en años anteriores, entre La Plata, Berisso y Ensenada, se registraron más de 150 llamados y, en toda la Provincia, cerca de 1900 por amenazas de bombas en los colegios, inclusive en jardines de infantes, y todas resultaron ser falsas.

Se sabe que en el caso de los colegios, las falsas llamadas recrudecen durante los períodos en que se toman exámenes, aunque, desde luego, frente a las amenazas debe actuarse con prudencia y es oportuno tomar todos los recaudos. Pero también debe procurarse inculcar en los jóvenes conciencia acerca de lo que significan estas acciones para el cuerpo social en el que viven. Lo mismo vale para todos los vecinos, en los casos en los que las denuncias no atañen a artefactos explosivos o incendios sino a cuestiones de menor peligro potencial: el efecto es igualmente negativo.

Lo aconsejable en todos los casos es que las autoridades extremen las investigaciones, aprovechándose la existencia de tecnologías adecuadas. Esas imprescindibles medidas seguramente obrarán como disuasorias, sin perjuicio, como se ha dicho, de que se inculquen principios acerca de los trastornos y enormes perjuicios que pueden derivar de estas actitudes antisociales.