
Provincia: con el desempate de Magario, el Senado aprobó las reelecciones indefinidas
Provincia: con el desempate de Magario, el Senado aprobó las reelecciones indefinidas
Ya la trasladaron a Ezeiza: la contadora se quedó sin domiciliaria
VIDEO. Una docente de una escuela de Gorina denunció a madres por agresiones
La jueza Makintach renunció para evitar el jury y la quieren ver presa
$2.000.000: el Súper Cartonazo quedó vacante y aumenta el pozo
Rechazan un planteo de Cristina y el Estado le reclama $22.500 millones
Con chicanas cruzadas por Cristina, el Concejo local retoma las sesiones
Globant, el unicornio con raíces platenses, despide a mil empleados
La venta de inmuebles subió 25% en un año, pero bajó en el mes
Actividades: café literario, fiesta del sol, folclore, taekwondo, odontología gratis
Una sentencia puso de relieve la crisis de las entidades platenses de bien público
Los desafíos de viajar a través de una app en tiempos de violencia
Una sentencia puso de relieve la crisis de las entidades platenses de bien público
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
"Cuando pasó lo que pasó llevaba un mes con la bacha del baño tapada. No sé por qué se tapó. No había ocurrido nada fuera de lo habitual. Simplemente, amaneció así."
#Capítulo 26: El asunto de la cañería
Cuando pasó lo que pasó llevaba un mes con la bacha del baño tapada. No sé por qué se tapó. No había ocurrido nada fuera de lo habitual. Simplemente, amaneció así.
Una mañana, igual a tantas otras, apagué el despertador, me calcé las pantuflas para salir de la cama y fui a inclinarme sobre la pileta del baño. Abrí la canilla y junté agua con las manos para lanzármela a la cara. Como de costumbre, repetí el procedimiento varias veces y luego me miré en el espejo.
Ponía pasta al cepillo cuando me percaté del agua a punto de rebalsar. Me apresuré a cerrar el grifo para evitar el desastre. La pileta desagotaba con mucha dificultad. Era evidente que algo tapaba la cañería. Sumergí una mano y hurgué en la rejilla. Nada.
Anoté mentalmente la tarea de comprar algún destapa cañerías al salir del trabajo y seguí mi día con normalidad. Me volví a acordar del asunto a la noche, cuando me encontré frente a la bacha sin ningún producto.
Apuré los movimientos para cerrar la canilla antes del desborde. Los dos días siguientes tampoco me acordé del problema en el momento oportuno. Por algún motivo sólo aparecía en mis pensamientos cuando me resultaba imposible tomar cartas en el asunto. Entre tanto, aprendí a usarla antes de que se llenara; generalmente en dos tandas.
Recién al tercer día, en el supermercado, miraba la góndola de las pastas cuando me acordé de la bacha. En el sector de limpieza encontré un producto que prometía limpiar, desinfectar y destapar cañerías. A la noche me puse unos guantes de plástico, haciendo caso a las instrucciones, y lo probé.
LE PUEDE INTERESAR
#Capítulo 25: Cambiar, mover, pintar, renovar…
LE PUEDE INTERESAR
#Capítulo 23: Lo mal que estás
No surtió efecto. La cañería seguía tan tapada como antes. Pensé en pedir recomendaciones de otro producto en una ferretería antes de pagar a un plomero. Hacía poco había llamado a un electricista para que me cambie las dicroicas quemadas. Una boludez, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo. Me enseñó a cambiarlas para que la próxima no lo tenga que llamar por eso, dijo. Igual me cobró 500 pesos.
Los días se sucedían y, por una cosa u otra, no encontraba el momento para pasar por la ferretería, pero cada vez tenía más aceitado mi sistema y el agua nunca se rebalsaba. Me preocupaba más evitar las visitas de mamá, para ahorrarme sus críticas.
El problema pasó a ser como un mosquito: podía ignorarlo y dejar que todo siguiera su curso, pero algún nivel de mi consciencia permanecía atento al zumbido.
Una noche pasó algo extraño. Bueno, lo raro, en realidad, sucedió al otro día. Pero todo arrancó con un sueño. Fue así: me desperté con ganas de hacer pis. Avancé en pijama por un pasillo hasta que me detuvo una puerta cerrada, al parecer era la del baño. Giré la cabeza hacia un lado y me encontré con un grupo de hombres que me estaban mirando, todos vestían de negro. No era una imagen tenebrosa ni las miradas libidinosas, pero me intimidé al verme con los pelos revueltos y la cara adormilada. Retrocedí unos pasos para desaparecer del campo visual de ellos.
Me topé con un segundo baño, éste desocupado. Hacía pis cuando escuché funcionar las cañerías del otro y supe que de adentro salió un hombre, también de negro. Golpearon mi puerta. “Ocupado”, me apuré a contestar. Entonces un brazo translúcido atravesó la pared justo arriba de la bacha; abrió la canilla y acomodó los dedos bajo el chorro. El movimiento no habrá durado más de un segundo. Aunque juzgué de demasiado rápida y superficial su limpieza, valoré que al menos pasara la mano por agua.
Me acordé del sueño a la mañana siguiente, cuando vi que la pileta tragaba como si nada. No sé por qué se destapó. Nada más sucedió. Como esos nubarrones amenazantes que aparecen repentinamente y, en cuestión de segundos, oscurecen el panorama. De igual manera, en un momento cualquiera, simplemente desaparecen.
Por: la abuela Nini
Desde que recuerdo el amor figura entre sus asuntos favoritos. De chiquita sólo quería ser grande para poder tener novio. Y de grande no hizo más que saltar de uno a otro. Yo, por si acaso, le iba preparando el ajuar.
Pero a mí dejame… es puro poema. Después dice que los príncipes se le convierten en sapos y no se cuanto… para mí que le gusta nomás...
Ya tiene 34, Tic Tac, y sigue sola, Tic Tac. Es sorda. Yo le digo que el príncipe azul no existe, que elija entre lo que queda y se deje de hinchar, pero no hay caso...
Lo peor es para los papás, que si tienen la suerte de tener un nieto van a estar tan viejos que no lo van a poder ni alzar. Yo ya doné el ajuar.
Ay, esta juventud…no se comprometen con nada, quieren todo fácil nomás.Eso sí, hay que reconocerlo, tanto estudio no fue en vano: escribe los obituarios del diario así que siempre me tiene al tanto.
Ella resopla, dice que quiere ser escritora y anda buscando una historia para contar. Yo le digo que mejor se ponga cocinar un guiso y tal vez así encuentre un marido.
Y bueno, esa es la verdad, no sé qué más quieren que les diga… es buena chica. En el fondo es buena chica.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$650/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$500/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí