La golpearon y asaltaron cuando se preparaba para ir de vacaciones

Dos amigas tenían todo bien organizado para viajar anteayer a la mañana a la localidad balnearia de Santa Teresita, donde iban a pasar sus vacaciones.

Una de ellas, que vive en Los Hornos, el día anterior llamó a una agencia de remises para pedir que a las 5.45 de la mañana del jueves un coche estuviera puntualmente en su domicilio, porque a las 6.30 de la mañana salía de la Terminal el micro que las llevaría al destino elegido.

Pero lo que no estaba en los cálculos de ninguna era que, por culpa de la inseguridad, se trastocaran sus planes.

ROBO Y UN CULATAZO

Aunque ambas amigas, y el marido de una de ellas, se llevaron un enorme susto con la aparición de dos motochorros mientras cargaban el equipaje en el remís, sólo una de las mujeres padeció las consecuencias.

Se trata de Lucía (54), quien vive en City Bell pero que la noche anterior se quedó a dormir en la casa de su amiga, en 54 entre 140 y 141, para ganar tiempo.

Todavía indignada por el pésimo momento sufrido, Lucía relató a EL DIA cómo fue la secuencia que la tuvo como protagonista central.

“A la hora convenida llegó el remís que había pedido mi amiga la tarde anterior. Ella, su marido y yo salimos a la calle para cargar nuestras cosas”, comentó.

Recordó que “en la vereda no había nadie, pero de golpe llegaron estos dos delincuentes en una moto y uno de ellos me sorprendió por la espalda. Mi amiga y su esposo alcanzaron a correr y se metieron en su casa”.

En ese instante “el marido de mi amiga ayudaba al remisero a subir una valija al baúl y yo tenía un bolso en cada brazo”, apuntó.

Pese a que quedó con el remisero a merced de esos asaltantes, éstos la atacaron solamente a ella.

“Uno me sacó la cartera y como también amagué a correr hacia la casa de mi amiga, el ladrón me pegó un culatazo en la cabeza”, detalló.

Aprovechando el aturdimiento de la mujer por el violento golpe recibido, también la despojaron del restante bolso y escaparon a toda velocidad en la moto.

Sobre las pertenencias que le quitaron, Lucía hizo saber que “en los bolsos que me sacaron tenía entre 1.500 a 2.000 pesos, un celular y documentación personal”.

Demás está decir que ambas amigas no pudieron viajar el jueves y, para colmo, “tuvimos que volver a pagar los pasajes para viajar este sábado (por hoy)”.

Al margen de la bronca por el asalto y sus derivaciones, Lucía reprochó que “el remisero enseguida se fue argumentando que tenía otro viaje”.

También se quejó porque “en la comisaría recién me tomaron la denuncia después de que fui al hospital y a cuerpo médico”.

De los motochorros nada se sabe, pero las amiga se preparaban para descansar y olvidar el mal rato.