Cuando la cerveza es hacer amigos artesanales

La tendencia del consumo es la dirección volitiva de aquel que va a adquirir productos o servicios según las circunstancias personales y/o ajenas, que determinan definitivamente en la compra. Muchísimos son los campos en donde se manifiesta esto. En La Plata los tenemos manifiestos en varias ramas, pero una de ellas hoy indiscutidamente son las cervecerías artesanales. Son un boom de consumo, sumada la estación del año que es hiper propicia.

Pareciera ser que nuestra ciudad, que siempre dije que es como un campus universitario grandísimo, ha decidido llevar la salida nocturna a bares de este estilo, donde la rusticidad estética, la buena onda y el relajado “dress-code” son las claves del éxito. Una cerveza tirada bien fría, con un abanico de sabores y colores en la carta, son la excusa para armar la reunión entre semana, que podría llamarse “after-office”, “after-gym”, “after-psicólogo”, o como sea, pero es un espacio hecho para contarse entre amigos lo que sea… Es así que últimamente, muchos de los platenses estamos terminando allí, en esas nuevas cervecerías artesanales o del estilo. ¡Si, por supuesto, soy parte!  Los exponentes son varios, pueden ser los locales de Antares, Amsterdam, Cinco Sabios, Cabra 52, Peñon, y asi... (podría estar toda la nota citando ejemplos!!! perdón a quienes no he escrito...). Todas tratan de una u otra manera, de reunir ese estilo exitoso de consumo gastronómico joven, desestructurado y podría decirse fresco en lo que conocíamos en otroras como cervecerías tradicionales alemanas.

El público “target” ha crecido mucho para estos modelos de consumo semi-nocturno, que arrancan desde las seis de la tarde hasta largas horas de la noche, entrada la madrugada en algunos casos. Todo tiene basamentos de gustos de consumo y también creo yo con tendencias sociales. Y acá va mi punto importante. Sabemos que sumado al gran parque de gente joven amantes de esta bebida espirituosa creada por monjes allá hace mucho tiempo, existen tendencias de nuevas figuras en las relaciones humanas como las separaciones de matrimonios aumentando, la adolescencia tardía, menos rigidez en horarios laborales, etc., hace que haya más gente “suelta” para las salidas con amigos, y automáticamente son clientes de este tipo de consumo. Por ende, la demanda ha aumentado, y así la oferta ha aparecido. Además, por aquellas razones, el espectro etario se ha ampliado mucho también. Podemos encontrar gente veinteañera hasta cincuentones en un mismo ámbito de consumo, dándose entonces una odisea de tipos de relaciones de diferencia de edad de todo tipo sin importar géneros.

Definitivamente, también creo personalmente, que son un manifiesto de una batalla nostálgica que se está dando contra las redes sociales, como contra partida a un exceso de relacionamiento virtual y queriendo las personas volver a tener un contacto con sentidos más humanos que los emoticones en Tinder o Happen.

¡Bienvenidas sean las mesas comunitarias de las cervecerías artesanales entonces!