Secretos de la clínica de rehabilitación

Mantener las apariencias: ese arma de doble filo para las personas de a pie y también para los famosos, que obligados a sostener una imagen de glamour y felicidad, muchas veces llegan a casa necesitados de ahogar penas en todo tipo de sustancias.

No extrañan, entonces, la enorme cantidad de casos de celebridades que han recurrido a las clínicas de rehabilitación para intentar controlar el profundo problema, con suerte dispar: muchos, además, lo hacen en el más absoluto secreto, intentando, claro, mantener las apariencias...

A continuación, algunos de los casos menos conocidos de la farándula internacional.

Drew Barrymore

Fue estrella de “E.T.” durante su tierna infancia, y la presión, como a tantas estrellas infantiles, la arrolló: fue a rehabilitación dos veces cuando era una adolescente, la primera a los 13. Drew, rehabilitada en una luminosa personalidad hoy, reveló que tomaba alcohol desde los 9 y fumaba marihuana desde los 10.

Jon Hamm

Abrumado por el éxito de “Mad Men”, Jon Hamm se volvió su personaje: el alcohol a través del cual escapó a la presión lo llevó a una clínica de rehabilitación en la que pasó 30 días, con el apoyo de su pareja de toda la vida, Jennifer Westfeldt. Hamm se recuperó, pero el torbellino emocional terminaría por romper su unión con Westfeld tras 18 años.

Zac Efron

Surgido de la factoría Disney y ya habiéndose quitado el ropaje de galancito teen tras varios éxitos en la pantalla grande, Zac Efron parece el símbolo de la buena salud: sin embargo, en 2013, el actor pasó meses en rehabilitación tratando en secreto su adicción a diversos tipos de sustancias, particularmente el alcohol. Hoy, Efron es miembro de Alcohólicos Anónimos: “Me cambió la vida, me siento mucho más cómodo en mi propia piel”, dijo Efron, para quien la lucha contra el alcohol “es una batalla sin final”.

Matthew McConaughey

Otro ícono luminoso con un pasado de abuso de sustancias, Matthew acordó entrar a rehabilitación luego de que la policía encontrara drogas en su casa. Lo hizo a cambio de silencio, en la misma época en que fue detenido por tocar los bongos desnudo. Y marcó un quiebre en su carrera: su agente le aconsejó que se recuperara o perdería su lugar en la industria, y el resto es historia.

Ben Affleck

El actor lleva años luchando contra su alcoholismo. Recientemente reveló que con el apoyo de su ex pareja Jennifer Garner había completado una rehabilitación de la cual nadie se había enterado, pero su prontuario es largo: Affleck había desaparecido un tiempo en 2001 para combatir sus problemas. Lo más irónico fue que fue ¡Charlie Sheen! quien lo llevó a la clínica...

Shia LaBeouf

El díscolo que soñaba con ser River Phoenix y hoy es un marginal de la industria debido a sus repetidos problemas fue detenido varias veces este año, debido al abuso de sustancias y los problemas de ira que llevaron a que fuera expulsado de “Transformers”: la franquicia le soltó la mano en plena rehabilitación.

Kirsten Dunst

Otro caso de jóvenes actrices que se deslizan por el tobogán oscuro de las adicciones: Kirsten fue a rehabilitación por cuenta propia durante la adolescencia porque salía de fiesta demasiado a menudo. La actriz reconocería más tarde que su adicción a la noche tenía que ver con que sufría depresión.

Demi Moore

El ícono de los ‘80 fue a rehabilitación dos veces, por cuestiones completamente opuestas: la primera, en aquella oscura década, por consumir cocaína; la segunda, en 2012, debido al estrés, que la había llevado a desarrollar adicciones a las pastillas y un desorden alimenticio. Cuando sufrió convulsiones ese año, su familia decidió internarla.

Matthew Perry

El querible Chandler de “Friends” subía y bajaba de peso según las temporadas del recordado programa, debido a su paso por las clínicas de rehabilitación y su dificultad para dejar las sustancias: Perry fue adicto al alcohol, los opiáceos, las anfetaminas y el fármaco Vicodin, y afirma que hay tres años de rodaje de “Friends” de los que no recuerda absolutamente nada...