El clan Messi se agranda

La temporada 2017 no asomaba cómoda para Lionel Messi: con la Selección que capitanea al borde del abismo, el crack del fútbol mundial ni siquiera podía refugiarse en su querido Barcelona, que sucumbió al poderío del Real Madrid en el primer semestre y que atravesaba una especie de minicrisis que incluyó la ruptura del tridente ofensivo tras la partida de Neymar al PSG.

Pero el sol vuelve a salir para La Pulga: a días de haber sido el principal artífice de la clasificación agónica de Argentina al Mundial de Rusia 2018, con tres goles frente a Ecuador en la última fecha, Antonela Rocuzzo, su pareja de toda la vida y esposa de Leo desde junio, confirmó su embarazo, un secreto a voces durante las últimas semanas, y espera el tercer hijo del futbolista del Barcelona.

La rosarina compartió en Instagram durante el Día de la Madre, una foto con sus dos hijos, Thiago (4) y Mateo (1), y Leo Messi, debajo de la cual tituló: “Familia de cinco”, junto con el hashtag “blessed” (bendecida).

Así quedó confirmada la noticia de que el rey del fútbol mundial tendrá un nuevo heredero, que se rumoreaba hace semanas y que Anto había alimentado desde agosto, cuando comenzó a mostrarse en público y en las redes sociales con vestidos largos y holgados, una técnica utilizada frecuentemente por las famosas en sus primeras semanas de gestación para tapar su figura.

Los novios habrían esperado así a los tradicionales “tres meses” para realizar el anuncio, aunque en el medio Roccuzzo dejó algunas pistas en las redes sociales (en una imagen de sus hijos con su marido, por ejemplo, dejó cuatro emoticones de corazones...), por lo que muchos sitúan la fecha de concepción del futuro Messi entre la boda, realizada el 30 de junio pasado, y la luna de miel de los tortolitos.

LA HISTORIA DE AMOR

El tercer hijo de la pareja llegará así 20 años luego de que la parejita se conociera: Anto y Leo son “amiguitos” desde los 10 años, cuando el primero de Roccuzzo, Lucas Scaglia, los introdujo. Las biografías autorizadas cuentan esta historia de amor saltando los años en que ambos eran apenas amiguitos y en que Leo le escribía con ilusiones amorosas desde Barcelona, apenas un purrete con problemas de crecimiento, y ella pasaba las tardes con otro novio.

Sin embargo, a medida que Messi se convirtió en Messi y dejó de ser el amiguito de la infancia tímido y petiso, Roccuzzo fue cediendo a sus encantos y entonces sí se concretó “el sueño del pibe”, que consiguió conquistar a “la chica de al lado”. De aquel noviecito de la adolescencia ya no quedan rastros: Messi lo gambeteó y lo dejó desparramado como a cualquier defensor, balbuceando “por lo menos me ganó Messi”.

El resto es historia: él es el mejor futbolista del mundo y uno de los mejores de la historia, y ella su elegante compañera, un ejemplo de “botinera” que disfruta de la vida familiar sin derroche y que es codiciada por las principales marcas por su belleza y su clase. Nunca ha concedido entrevistas, pero se comunica con el gran público mediante su cuenta de Instagram, en la que tiene 3,5 millones de seguidores, que la convierten en una poderosa “influencer” que ahora, además, explora los inicios de una carrera de emprendedora.

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Los meses que esperó la pareja para dar a conocer el embarazó a través de la red social Instagram