Tensión en Cataluña por la orden de detención de dos líderes del movimiento independentista

Esta mañana hubo concentraciones pacíficas en distintas ciudades de la región para pedir por los dos dirigentes investigados por sedición en relación con el referéndum del 1º de octubre

Centenares de personas se concentraron hoy de forma pacífica frente a sus puestos de trabajo en distintas ciudades de Cataluña, con Barcelona a la cabeza, en protesta por el encarcelamiento de los dos líderes del movimiento independentista catalán, investigados por sedición en relación con el referéndum secesionista del 1º de octubre.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, junto con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, encabezaron la concentración en la céntrica plaza Sant Jaume de la capital catalana, donde se desplegó una pancarta con el lema "En Defensa de los derechos y libertades" y se escucharon gritos como "¡Presos políticos, libertad!".

La decisión de anoche de una jueza de la Audiencia Nacional de España de encarcelar a los líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, quienes están siendo investigados por sedición, generó más tensión social en Cataluña, donde de inmediato se convocaron protestas.

En la plaza Sant Jaume, tras mantener cinco minutos de silencio, los concentrados lanzaron consignas a favor de la independencia y la movilización social, y entonaron "L' estaca" de Lluis Llach, himno emblema de la lucha por la libertad durante la dictadura franquista.

En Madrid, delante del Congreso de los Diputados, se concentraron los diputados independentistas catalanes del PDECat, los independentistas vascos de Bildu y los de los partidos de izquierda Unidos Podemos y Compromís.

La protesta tuvo una réplica en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, donde Podemos lideró una concentración "contra el encarcelamiento de las ideas".

Al decretar el ingreso a prisión sin fianza de Sánchez y Cuixart, la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela adoptó una medida judicial extrema que tiene indudables repercusiones políticas en el conflicto de secesión de Cataluña, que se encuentra bloqueado en el plano político.

El jueves vence el plazo que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dio a Puigdemont para que responda a su requerimiento de que aclare si declaró la independencia, tras no hacerlo este lunes, y revierta esa decisión para evitar una intervención del gobierno central en Cataluña al amparo del artículo 155 de la Constitución española.

Puigdemont envió ayer una carta a Rajoy antes de que expirara el primer plazo, pero evitó responderle si había declarado la independencia y, en cambio, ofreció abrir un período de dos meses de diálogo para abordar una solución acordada del conflicto, algo que Madrid rechazó de plano por enésima vez tras insistir en que sólo negociará dentro del marco constitucional.

Sin embargo, el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, dijo hoy que el diálogo "no se puede mantener en un clima de creciente represión", al referirse a los encarcelamientos de los líderes de los movimientos secesionistas.

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