La inseguridad sigue muy fuerte en todo el Centro

El centro sigue siendo tierra fértil para el robo, en sus distintas expresiones. Los dos nuevos casos registrados ayer pasan a engrosar una lista que parece no terminar en el corto plazo.

Uno de los episodios se vivió en 9 y 45, en donde un delincuente armado entró a una panadería. Fuentes del caso indicaron que bajo amenazas consiguió apoderarse de la plata de la recaudación.

No trascendió si se manejó con golpes u otro tipo de maltratos a la gente que estaba trabajando ahí. Sí se supo que el ladrón salió rápido a la calle, al encuentro de un par de cómplices, que lo esperaban en un auto.

Los tres huyeron en un Chevrolet Corsa blanco, dijeron voceros policiales, en el que se alejaron de la escena. Este medio intentó dialogar con las víctimas, pero se rehusaron de dar datos. Hasta alegaron haber echado a los agentes, enojados por lo sucedido.

El otro caso ocurrido ayer se dio enfrente de Plaza Moreno. Dos delincuentes entraron en un kiosco de 54 entre 12 y 13, indicaron fuentes del caso, que no aclararon cómo fue la mecánica del robo.

Cuando ya se habían adueñado de la plata de la caja, agregaron los informantes, se fueron caminando y dieron la vuelta por calle 12.

Allí los interceptaron efectivos policiales que habían sido alertados del caso, y que consiguieron capturarlos.

siempre el centro

Bajo diferentes modalidades, la zona céntrica de la ciudad sigue siendo una de las predilectas para los ladrones. Solamente en septiembre y octubre se pueden contar varios casos que ilustran la cuestión.

A lo largo de varias semanas se registraron numerosos episodios de roturas de vidrios e ingresos a comercios de madrugada. El eje comercial que se extiende por la calle 12, entre 54 y 63, fue escenario de al menos una decena de hechos.

Lo mismo pasó en torno a calle 8 y en las otras calles comerciales del microcentro. Pero los “escruches” nocturnos son apenas una parte. Los ataques a punta de pistola, aún en horarios de mucha circulación de gente, también preocupan.

El panorama se completa con los robos y vandalismo que protagonizan menores de edad.