Tres familias fueron víctimas de asaltos brutales en sus casas

En dos de los hechos redujeron a jubilados. A una pareja la golpearon. En otro, maniataron a chicos

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Tres robos en casas destacaron entre los episodios de inseguridad ocurridos ayer. Dos de ellos fueron cometidos con violencia y a los golpes. Otro denominador común, esta vez a todos los casos, fue que no hubo ningún ladrón capturado tras los operativos policiales.

Siguiendo el orden cronológico, el primer episodio se dio en Los Hornos. Fue en una vivienda de 145 entre 61 y 62, en donde redujeron a la dueña, de 78 años.

En ese domicilio irrumpieron dos asaltantes con las caras tapadas con capuchas. A su rudeza se le sumó el factor sorpresa, porque se aparecieron poco después de las 4 de la madrugada.

De un momento a otro, la jubilada pasó de estar descansando a ser amenazada por desconocidos. Aunque no le habrían pegado, según dijeron fuentes del caso.

Los ladrones permanecieron un lapso indeterminado en la casa para recorrerla y apoderarse de los elementos de valor que pudieran colectar. Al final, para cuando la policía fue en auxilio de la víctima, los autores del robo ya se habían escapado, sin que se supiera con qué tipo de movilidad.

barrio norte

Un mal dato pareció haber conducido a cuatro ladrones a saquear una casa de barrio Norte, de la que esperaban llevarse una fortuna. Al menos así lo vociferaban con sus amenazas repetidas, sin que el matrimonio entendiera lo que le reclamaban.

Tres de los miembros de esa banda destruyeron las cerraduras de una casa de 8 entre 36 y 37, ayer a las 10 de la mañana, para luego entrar a cara destapada y a los gritos.

“Vinieron a los barrotazos y a las patadas”, resumió el hijo de las víctimas, un hombre de 83 años y su mujer de 75.

Ante la sorpresa desagradable de ese grupo que parecía comando, el jubilado intentó una reacción para pararlos.

La réplica que obtuvo fue de golpes de puño y patadas hasta reducirlo. Su esposa también fue agredida físicamente.

El hijo del matrimonio le contó a EL DIA que todo se extendió por unos 20 minutos, tiempo en el cual los encerraron en un baño, mientras revisaban la casa.

“Pedían una cantidad de plata que acá no hay. Se ve que estaban equivocados porque buscaban una fortuna”, señaló el hombre, quien confirmó que al final se llevaron algo de dinero.

Afuera, el cuarto ladrón esperaba arriba de una camioneta Citroën Berlingo blanca, con vidrios tonalizados y llantas de aleación, un vehículo que habrían robado poco antes en Abasto. La policía los busca con el dato de que esos sujetos, en el momento previo, habían estado tomando cerveza en un kiosco cercano.

El tercer caso, igual de violento, fue a la tarde en 31 entre 59 y 60.

 

 

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