Otro reclamo multitudinario por la aparición de Santiago Maldonado

Miles de personas llevaron la imagen de Santiago Maldonado a la Plaza de Mayo en carteles, remeras, pañuelos, mochilas y banderas para pedir su aparición con vida y renovar críticas al Estado, a dos meses de la desaparición del joven artesano.

El rostro de Maldonado inundó cada rincón del centro porteño ayer por la tarde: estuvo en la Plaza, en los edificios comerciales y administrativos aledaños, entre la lluvia intensa, el humo de las parrillas y las banderas partidarias. Si bien el epicentro de las quejas fue en capital federal, otras ciudades del país se sumaron a la movida como Rosario, Mendoza, Córdoba, Viedma, San Luis y Bahía Blanca.

La concentración comenzó cerca de las 15, cuando agrupaciones sociales, políticas, militantes y ciudadanos, que aprovecharon el día no laborable, emprendieron camino rumbo a la Plaza por Avenida de Mayo y también por las diagonales sur y norte.

Una vez allí, las miles de personas que se expresaron de forma pacífica -hasta ese momento ya que sobre el final se registraron incidentes (ver aparte)- aprovecharon el ritmo de los bombos, platillos y trompetas para ponerle color a una jornada gris, y también para entonar cantos por Santiago y en contra de Gendarmería y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

DURAS CRITICAS

La espera terminó cuando los familiares del artesano de 28 años comenzaron con sus discursos: algunos orientados en remarcar la personalidad del joven y otros con críticas al Gobierno, los funcionarios y la investigación.

El encargado de cerrar la tarde-noche fue Sergio, el hermano de Santiago, que como la vez anterior culpó nuevamente a Gendarmería por la desaparición y pidió que sea encontrado con vida. Además, al hablar sobre Gustavo Lleral, el nuevo juez que se hizo cargo de la causa, afirmó que tenía “todas las expectativas, yo me tengo que ilusionar con eso”, y agregó que con el magistrado habló por teléfono, aunque aún no se habían encontrado personalmente.

“Es mucha la gente que te quiere”, manifestó Sergio, con aplausos ensordecedores de fondo que aparecieron cada vez que mencionó a su hermano, y se transformaron en agudos chiflidos y gritos de bronca cuando criticó la responsabilidad del Ejecutivo nacional.

En una Plaza de Mayo en la que en el domingo lluvioso todos se parecieron a Maldonado, en donde el rostro del joven de 28 años podía encontrarse en cada recoveco, las críticas de los manifestantes apuntaron principalmente contra aquellos encargados de buscarlo, y quienes, paradójicamente, hace dos meses no pueden encontrarlo. Aunque otra vez los incidentes empañaron el reclamo.

Sergio Maldonado indicó que ver la cara de su hermano “en todos lados” le genera “mucho orgullo”, pero también “tristeza e impotencia” porque “no” está con su familia. “¿Tan difícil es pedir que te devuelvan? Quiero que la abuela y los viejos dejen de sufrir y que esta pesadilla termine”, manifestó.

En el tramo final, dijo estar “convencido de que no existe la bondad en los gendarmes ni en los jefes que participaron de la represión en la comunidad mapuche”.

Por último, indicó que el próximo martes se reunirá con el nuevo juez de la causa, Gustavo Lleral, e insistió en que su intuición es que a su hermano “lo tiene Gendarmería”.