El veredicto del medio término

Ya no importan el preludio de los resultados de las PASO ni los sondeos que marcan tendencias ni las especulaciones de última hora. La política platense espera hoy conocer fehacientemente el veredicto de las elecciones de medio término. Y si bien en todas las fuerzas políticas aseguran que para bien o para mal “las cartas están echadas” y no habrá sorpresas de último momento, será la ciudadanía la que ponga el punto final.

Si la polarizada escena varias veces exhibida mantiene la tendencia vaticinada por casi todas las encuestas, los desafíos que devienen de esta elección para el oficialismo y la oposición locales ya están claros.

Un asado en una quinta del barrio El Peligro dota al gobierno de Cambiemos de su propio y flamante ritual. Allí se convocaron el intendente, funcionarios y concejales amarillos y radicales para reeditar una comida previa a las PASO que le dio a la alianza gobernante el triunfo. Una suerte de cábala, de cara a lo que lo que esperan.

El oficialismo, que sólo pone en juego un edil, busca engrosar su bancada del Concejo Deliberante, acariciando la idea de obtener una fortaleza que le permita avanzar a mayor velocidad en las discusiones que se vienen en el 2018: los más importantes, el convenio para la recolección de residuos y la reforma del Código de Ordenamiento Urbano. También, claro, volverá a someterse al examen que confirme el apoyo que hace dos años le dieron los platenses para conducir la Ciudad, algo que ya testeó en las PASO.

Y el marco de su clima exultante, ese espacio también tiene sus debates internos: el lugar que ocuparán sus principales figuras en la escena legislativa que viene, fundamentalmente, los lugares del primer candidato a concejal, Javier Mor Roig, y el rol que el radicalismo ejercerá ante el “aluvión” amarillo que espera.

Con optimismo, el espacio confía en la tracción de votos que espera que logre la lista que encabeza la activista Carolina Piparo para la diputación provincial

Las internas abiertas también mostraron una polarización que continuó acentuándose después de agosto, y en la que Unidad Ciudadana, integrado mayoritariamente por sectores ultra K, se posiciona como segunda fuerza poniendo en juego buena parte de su capital legislativo. Claro que no es lo mismo La Cámpora con Florencia Saintout que el kirchnerismo de Victoria Tolosa Paz.

En el caso del bloque FpV-PJ, pondrá en juego tres de sus cinco concejales; en el caso de la bancada más ultra K, serán dos de tres. Estos números dejan al peronismo expuesto al desafío de revertir la tendencia de agosto y sumar ediles a contrarreloj, y no sólo en el Concejo, también en la Cámara de Diputados donde aspira a elegir dos candidatos.

En tercer lugar, pero muy alejado según los resultados de las PASO, la alianza local que tiene como líderes a Sergio Massa y Margarita Stolbizer encuentra desafíos cruciales: en el caso del Frente Renovador, se pondrán en juego tres de los cuatro concejales actuales. Pero, además, el edil y candidato Gastón Crespo, cabeza de la lista del frente 1País, es del GEN y forma parte de un monobloque aparte, por lo que la parte peronista de esa alianza corre un alto riesgo de perder volumen.

A la inversa, la lista de diputados provinciales por la Octava sección es encabezada por el massista José Arteaga, y en ese nivel también pujan por un desafío doble al de los candidatos al Concejo: alcanzar el 16,66 por ciento de los votos para ingresar en la representación legislativa.

También es arduo el camino para el randazzismo, que busca instalarse en la arena para pelear su espacio en las discusiones que el peronismo encare a partir de mañana.