Nuevo peritaje benefició a la joven detenida por la muerte de su novio

Es porque los vidrios de su auto estaban empañados. Tiene una imputación por homicidio agravado

Edición Impresa

Un nuevo peritaje de la Policía Científica de Mendoza determinaron que la joven que atropelló y mató a su novio rugbier a la salida de un bar en la localidad de San Rafael no tenía una visión óptima en el vehículo dado que los vidrios del rodado estaban empañados, informaron fuentes de la investigación.

Esos peritajes dados a conocer ayer habían sido solicitados por la fiscal Andrea Rossi, que investiga la muerte del rugbier Genaro Fortunato (25), atropellado el 9 de septiembre por su novia Julieta Silva (29), quien sigue en prisión procesada por el delitos de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”.

Estos resultados de la Policía Científica podrían beneficiar a la única imputada en el caso, quien además de sufrir astigmatisno y no poseer sus lentes la madrugada del hecho, no tenía una visión óptima en el vehículo por tener los vidrios empañados por la lluvia y el rocío de esa noche.

El estudio pericial al auto Fiat Idea de la imputada, llegó en los últimos días a manos de la fiscal Rossi, quien imputó a Silva por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”, cargos que fueron confirmados el 10 de octubre de este mes por el juez de Garantías Pablo Peñasco en la audiencia de prisión preventiva donde también se le negó la prisión domiciliaria.

Silva atropelló con su auto y mató a Fortunato, a la salida de un boliche de la ciudad de San Rafael, al sur de Mendoza.

Un video captado en la puerta del bar muestra al joven cuando se golpea contra una vallado de metal cuando salía y a ella cuando lo consuela y hasta le da un beso, minutos antes de atropellarlo.

La defensa de la mujer, que hace unos días contrató a un abogado particular que se sumó a la defensoría oficial, intenta demostrar que nunca existió la intención de arrollar al rugbier sino que tal como lo dijo la chica desde el primer día no lo vio.

Los efectivos se subieron al auto de la chica, alrededor de las 23, y descubrieron que una vez que el vehículo fue encendido se produjo un “marcado empañamiento” del parabrisas y que la luz baja del auto tiene un alcance de entre 20 y 22 metros de largo a una altura de 15 centímetros de alto.

Eso sumado a las condiciones meteorológicas imperantes en el momento del siniestro podrían sustentar la posición de la defensa.

UN DATO QUE LA COMPLICA

De todas formas, cuando atropelló y mató a su novio, Silva tenía más del doble de alcohol permitido en sangre para conducir.

El dato se desprende del dosaje que se le practicó en el hospital Schestakow de San Rafael tras el hecho.

La mujer, de 29 años, registró 1,07% gramos de alcohol por litro de sangre cuando la ley provincial permite 0,5 gramos.

La prueba está incorporada en el expediente que maneja la fiscal Andrea Rossi, quien, como se dijo, la imputó a Silva por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”.

La acusada está alojada en la penitenciaría de San Rafael, aislada en una celda y bajo un estricto control de seguridad para resguardar su integridad.

Por eso es un misterio la decisión final que tomará la Justicia respecto de su situación procesal.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE