El Normal 1 se remonta hacia la integración

La comunidad educativa del Normal 1 se sumó a pleno, ayer a la mañana, a la ya tradicional correcaminata solidaria, que esta vez, en lugar de completarse con una suelta de globos, finalizó con una barrileteada de la que participaron alumnos, padres y docentes.

La movida, impulsada por la asociación cooperadora, tuvo fin juntar fondos para concretar en el corto plazo los objetivos que se plantearon en 51 entre 14 y 15 para este año. ¿Cuáles son? Una escuela cien por ciento accesible para discapacitados motrices y salud bucal de calidad para todos los alumnos.

Y ayer dieron un paso de alcanzarlos. “Los padres trajeron platos, o quienes tienen comercios donaron ropa, cenas, picadas, para sortear, con el objetivo de recaudar fondos para comprar la oruga e integrar a nuestros chicos en un cien por ciento”, dijeron desde la cooperadora.

Como se sabe, la oruga es un dispositivo que se puede trasladar de un lado a otro y que posibilita subir y bajar las escaleras más empinadas a quienes deben desplazarse en sillas de ruedas. Y el edificio patrimonial del Normal 1 tiene muchas escaleras, por lo que este equipo es esencial para avanzar hacia la accesibilidad plena.

Para adquirirlo ya llevaban recaudados 62 mil pesos, y la oruga cuesta 175.000, por lo que todo lo que se juntó ayer servirá sin dudas para reducir esa brecha.

Con el sol dominando el cielo, la jornada se presentó espléndida para que las familias disfrutaran de las distintas actividades programadas.

La correcaminata arrancó a las diez en la puerta de la escuela, llegó a la Plaza Malvinas y, tras rodearla, culminó en el punto de partida. Luego, pasado el mediodía, desde la puerta de la escuela y las escalinatas de la Catedral, llegó el momento de la barrileteada, en la que grandes y chicos se divirtieron remontando las “cometas de viento”.

El Normal 1 tiene, como se dijo, unos 4 mil alumnos que, sumados a docentes y auxiliares, integran una comunidad de casi 7 mil personas. Recientemente, mediante el convenio que firmó con la Facultad de Odontología reabrió el consultorio odontológico que nació con el edificio en 1932 y que funcionó unos cuantos años.