Una leyenda que nunca parará de girar

Por Quique Russo

Tom Petty, la leyenda del rock que nunca parará de girar, nos dejó físicamente. Estaba en plena actividad. Haciendo su mejor tarea: tocar con su banda. El lunes anterior había dado un concierto formidable en el Hollywood Bowl de Los Angeles con la increíble formación “T.P. and the Heartbrakers”. La banda más ajustada que nunca. Siempre dando cátedras para ser analizadas en las mejores universidades del mundo. Ese iba a ser el último de sus recitales en EE.UU. Pensaba seguir “como un canto rodado”, como dice uno de sus entrañables amigos, Bob Dylan, en su clásico “A like rolling stone”.

Con él hizo un dúo memorable de desgarradas voces nasales. Alcanza y sobra para confirmar esto escuchar la versión de “Knockin’ on Heaven’s Door”, en la gira “True Confessions” del gran Bob junto a Tom y sus rompecorazones, allá por 1986. Es la mejor versión de ese himno. Petty le hace una segunda voz a Dylan que paraliza los sentidos. Genera una especie de éxtasis sonoro escuchar ese impecable trabajo de seguir al impredecible Bob, y ambos atravesados por ese seleccionado de músicos que integran la banda. Solo para oídos muy atentos.

A los seis días de su ultimo recital, murió en un hospital de Los Angeles tras sufrir un ataque al corazón. A los 66 años. En plena adolescencia para un rockero de su talla, por la que fue convocado al súper grupo “Traveling Wilburys”, a finales de los 80, junto a Dylan, George Harrison, Jeff Lynne (el líder de Electric Light Orchestra) y Roy Orbison (Pretty woman). El legado musical más exquisito de todos. Por suerte quedaron sus canciones (mi recomendación especial es “I should have konown it” con los Heartbrakers); sus interpretaciones con tanto estilo, como la imperdible versión de “Taxman” en “Concert for George”, organizado en el Royal Albert Hall de Londres el 29 de noviembre de 2002, dedicado a George Harrison en el primer aniversario de su partida física. Todos grandes hacedores de caricias para el alma de los que amamos a la música y a los grandes artistas.