Ya no hay detenidos por el crimen en Los Hornos

El caso del joven que se creía que había muerto por un ataque a golpes en Los Hornos volvió a foja cero: la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata liberó a los dos detenidos por este caso, luego del giro inesperado que tomó la investigación por el hallazgo forense de un proyectil calibre 32 en la cabeza de la víctima.

Ante esta novedad, la defensa de los detenidos por este crimen pidieron la inmediata libertad “por haber cambiando el desarrollo de los hechos” y ayer los Camaristas de la Sala IV, Carlos Argüero y Carlos Ocampo resolvieron favorablemente el hábeas corpus interpuesto por Martina Raffetto (en representación de Carlos Alberto Albín) y Gustavo Galasso (por la de Emmanuel Romero).

En el hábeas corpus se argumentó que ambos estaban “detenidos sobre la base de un hecho que se asienta sobre una apariencia de responsabilidad que ha desaparecido”, en relación con el asesinato de Cristian Abreu.

En otras palabras, que fueron detenidos acusados de participar en un linchamiento a golpes, pero luego se determinó que el joven había sido asesinado de un tiro en la cabeza y no por la paliza que le dieron, por sospechar que se había propasado (al parecer verbalmente) con una nena de 10 años.

El hallazgo del tiro abrió varios interrogantes sobre el hecho. La novedad fue dada a conocer por los peritos que llevaron adelante la autopsia.

El examen arrojó que el hombre tenía un proyectil calibre 32 y el impacto en la cabeza había sido realizado a corta distancia, presuntamente en una situación en la que se encontraba acostado.

En estas circunstancias Abreu fue hallado muerto el sábado a la mañana en la vivienda de su hermano, en 142 entre 72 y 73, hasta donde lo habían llevado éste y su madre, después de rescatarlo con la ayuda de policías de la paliza que le estaban dando en la plaza de 155 y 75.

Al lugar llegó con fuertes dolores, por lo que la familia decidió tenderlo en la cama de forma que pudiera descansar y reponerse, pero al día siguiente el joven ya no despertó.

Al llegar al lugar personal policial constató que Abreu estaba muerto. Al principio se conjeturó que había sido producto del ataque a golpes que había sufrido horas antes y se detuvo a Albin y al padre de la niña supuestamente agredida, acusados ambos del delito de “homicidio”.

El martes último, con los resultados del estudio forense, los defensores presentaron un recurso de hábeas corpus para pedir la libertad de los imputados.

Los incidentes que desencadenaron en el homicidio comenzaron en la tarde noche del viernes, cuando, según figura en la causa, Cristian Abreu “se dirigía a un kiosco en calle 74 y 154” y fue “interceptado por tres hombres que salieron de una casa cercana y comenzaron a golpearlo. Uno de ellos le pegó una piña en el rostro y ya en el suelo los otros dos empezaron a pegarle patadas por todo el cuerpo por varios minutos, girtándole ‘violín’”.

Lo rescataron, lo llevaron a la casa del hermano y alguien lo mató de un tiro cuando se quedó a solas. Resta definir quién.