Una piedra fundamental

Edición Impresa

Por GUILLERMINA NEGRO
Profesora en Educación Física UNLP (*)

¿Cómo influye la actividad física en las personas adultas? Un estilo de vida activo es una piedra fundamental en la estrategia de prevención del sobrepeso. El nivel de actividad física parece ser, hoy, un mejor predictor de la ganancia de peso que la gran cantidad de grasas o calorías incorporadas con la dieta. El fenómeno estaría determinado, entonces, por una reducción de la actividad física asociada al modo y estilo de vida mas sedentario que nos impone la sociedad moderna sobretodo a las personas adultas. El ejercicio es una parte esencial de todo el programa de reducción de peso de grasa corporal y debería de convertirse en un habito de vida saludable, los beneficios que produce son asombrosos: quemar calorías y perder peso, mantener y aumentar el tono muscular, mejorar la movilidad articular y el equilibrio, mejorar la coordinación y la capacidad de resistencia, disminuir el riego de caídas, aumentar la velocidad metabólica (la cantidad de calorías que quema el cuerpo en 24hs al día), mejorar la circulación, mejorar la función cardiaca y pulmonar, mejorar su autoestima, reducir su nivel de estrés, aumentar su capacidad de concentración, mejorar su aspecto físico, reducir la depresión y el aislamiento, suprimir su apetito y bajar la ansiedad, ayudarle a dormir mejor y mas relajado, prevenir la diabetes, la hipertensión arterial y el colesterol elevado. Hoy en día son pocas las personas que siguen un programa de ejercicios físicos diarios, lo que facilita el que las grasas se acumulen en el organismo, no solo perjudicando el aspecto físico sino además poniendo en riesgo la salud de los adultos, lo podemos encontrar en distintas edades, pero la incidencia se acentúa en las personas mayores que hacen poco o nulo ejercicio y además, “comen mas de lo necesario”.

 

(*) Miembro de la Asociación Gerontológica Argentina

 

 

 

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