Everton ganó, pero no pudo evitar la pérdida de categoría

Por LEANDRO DUBA
leandrohduba@gmail.com

Había mucha expectativa en torno a las chances de Everton. Pero también la mirada estaba puesta en lo que podía pasar en Junín y también en Lincoln, los otros dos escenarios donde se jugaban cosas importantes y que tenían plena injerencia sobre la suerte del equipo Decano.

El principal objetivo era ganar o ganar y esperar que las buenas noticias llegara en tiempo y forma.

Everton salió con determinación a jugar contra Independiente. Sabía que el triunfo era el mejor resultado que le quedaba por delante, y esperar que ADIP le sacara puntos a Newbery, que también peleó hasta el final del torneo para no bajar. La otra opción era una derrota de El Lunqueño, otro de los equipos comprometidos, aunque la tenía menos complicada que el Decano.

Los dirigidos por Gustavo Bianco entendieron enseguida su propuesta. Se plantó de manera ordenada de atrás hacia adelante. Luchó cada pelota dividiva y en ofensiva, supo aprovechar las oportunidades que tuvo para sacar diferencias.

Y así fue. A los 15, Everton consiguió romper el cero, con un bombazo de derecha de Carlos Cimino, que terminó sacudir la hermosa tarde en el barrio Aeropuerto.

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Independiente, ya clasificado para la fase final y que presentó una formación alternativa, intentó reaccionar a partir del trabajo de los volantes, pero cada intento en ofensiva fueron muy bien resueltos por los centrales Nicolini y Gesualdo.

Everton siguió adelante con su tesitura. Y a través de una pelota parada, a los 30, Mauricio Netto le puso tranquilidad al resultado.

Mientras el Decano hacía su trabajo, ADIP igualaba sin goles con Jorge Newbery. Las miradas y los oídos estaban puestas en Junín; mientras que en el barrio Aeropuerto, el partido estaba prácticamente definido en favor del dueño de casa.

Los minutos se fueron consumiendo; y la ansiedad se hizo cada vez más notoria. Sobre todo, por las noticias que llegaban desde Junín y Lincoln, que no eran buenas para el Decano. Llegó el pitazo final y la victoria ya era resultado puesto.

Sin embargo, nadie se movió el recinto de barrio Aeropuerto. Un silencio infinito que recorrió el predio se apoderó del escenario, mientras los jugadores del Decano esperaban buenas noticias. Pero nada se eso sucedió. Jorge Newbery acababa de ganarle a ADIP (1-0) y la suerte de Everton quedaba consumada. El llanto se apoderó de algunos integrantes del plantel y de varios allegados, que aguardaban el milagro. Ese milagro que jamás llegó. El equipo auriazul no pudo conseguir su objetivo. Después de 4 años volverá al Federal C.