El arte y la integración salieron a escena con una conmovedora muestra de talento y entusiasmo

En una sala Armando Discépolo colmada, integrantes de los talleres artísticos cerraron el año con un colorido despliegue

Edición Impresa

Con el entusiasmo de quien siente tocar el cielo con las manos, los alumnos de Integración por el Arte bailaron, cantaron y desplegaron toda su destreza con la guitarra para despedir el año.

El espectáculo, que terminó convertido en una fiesta de color y alegría, colmó la sala Armando Discépolo, donde las familias de los chicos y grandes que, por diversas discapacidades, concurren a los talleres oficiales del ministerio de Gestión Cultural, rebosaron de orgullo frente a tan emocionante muestra de talentos.

Los talleres, que hasta el arranque de la obra de refacción del Teatro Argentino se desarrollaron en la principal sala lírica provincial, se crearon a partir del crecimiento en la concientización sobre los derechos de las personas discapacitadas, hacia fines de los ´90 -concretamente en 1999-.

Como el objetivo del programa es la integración, los espacios de arte se abren sólo si la inscripción la comparten vecinos con alguna dificultad -física o intelectual- y personas sin discapacidades.

Unos 750 alumnos se reparten así entre las propuestas de danza, teatro, plástica, ritmos latinos, expresión corporal, canto popular y coro. Todas son gratuitas y no hay límites de edad para participar.

Creaciónes colectivas y de todo un poco en música popular

Una melodía creada por el propio grupo del musicoterapia, a partir del uso de instrumentos no convencionales, con letra también compuesta dentro del taller, inauguró la exhibición artística con la que se cerró el año en el Discépolo.

Luego le tocó el turno a la coreografía de expresión corporal y a la muestra de danza-teatro. La sala estalló en aplausos y coros del público cuando el grupo de ritmos latinos dio su versión bailable de “Despacito”: el pegadizo hit de Luis Fonsi les disparó todo el frenesí. Igual se inspiraron con pasos de hip hop, break dance y salsa los jóvenes y los más grandes, al sonar “Fuiste”, la emblemática cumbia de Gilda.

El segmento de canto popular fue para las guitarras y los alumnos que dirige Walter Bagnasco, muchos de los cuales pertenecen a la Biblioteca Braille de la Provincia. Así, según iba transitando el cancionero previsto para la ocasión, en cuartetos, quintetos o sextetos se interpretaron títulos del folklore y del tango (“Danzarín”, “Oración del remanso”, “No saber de ti”, “Zamba nostalgiosa”, “7 de abril”).

Un coro con sus mezzosopranos, contraltos, tenores y sopranos cerró la muestra.

Al taller de guitarra asiste Lucas -20- desde hace dos años. Con Síndrome de Down, después de algún tiempo de dedicarse al canto se decidió finalmente por el instrumento criollo. Para su papá, Fabián, que participa del taller, y para su mamá, Susana, el arte es indispensable en la vida del joven. “Le ha abierto caminos impensados -contó la mujer; desde que asiste a estos talleres se adapta mucho mejor a cualquier circunstancia. Lo ha ayudado en la socialización”.

Temen recortes

“Este año ya no salimos por el interior de la Provincia”, señaló el coordinador y uno de los creadores del proyecto, Gustavo Manzi. El autor y director teatral se mostró, en ese sentido, preocupado por la continuidad del programa. “Tenemos un presupuesto que es cada vez más acotado. De veinte profesores con que contamos años atrás ahora no llegan a diez y tenemos miedo de que la propuesta se siga achicando”, dijo.

Los talleres de Integración por el Arte son abiertos al público. Llegan a la propuesta distintas escuelas de Educación Especial integradas con sedes de enseñanza común, centros de día, talleres protegidos y también vecinos de La Plata, Berisso y Ensenada que se acercan por su cuenta en forma particular.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE