Con los ojos puestos en la soja

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Por RICARDO BACCARIN (*)

La campaña norteamericana de los principales cultivos de verano va llegando a su fin, mientras cobra máxima atención la marcha de la siembra de la campaña gruesa en América del Sur.

En Brasil la implantación de soja sigue un poco atrasada, aunque las lluvias recientes mejoraron las perspectivas productivas en varias regiones. En Argentina también avanza la siembra y las recientes lluvias mejoraron el perfil para facilitar la tarea, aunque sigue instalado el temor a que “La Niña”, asociada a la posibilidad de sequías en el sur de Brasil y en la región central pampeana, pueda contribuir a un mal resultado de la campaña.

El mercado mundial se acostumbró a recibir buenas noticias por el lado de la oferta. Hubo varios años de crecimiento productivo que fueron acompañados de un incremento de la demanda, circunstancia que evitó una caída más pronunciada de las cotizaciones.

En su último informe de oferta y demanda global, el USDA antici pó que las importaciones de soja por parte de China llegarán a los 97 millones de toneladas, aunque la mayoría del mercado aspira a ver superar la marca de los 100 millones. El dato que surge del crecimiento de la demanda es más estructural que el de la oferta.

Pese a haberse evidenciado un crecimiento muy marcado en la oferta de granos, principalmente de la mano del exponencial crecimiento biotecnológico, el aumento que registra la demanda se seguirá sosteniendo en el tiempo, en tanto que las disponibilidades de granos seguirán supeditadas a los avatares climáticos, cada día más erráticos e impredecibles.

Más allá de esto, y en el corto plazo, el mercado se encuentra presionado por este circunstancial exceso de oferta, incrementada recientemente con la cosecha récord de EE UU. Esa tendencia seguramente acompañará hasta el final del año y, probablemente, se cuente con un escenario de precios más benigno a partir febrero de 2018.

La evolución de las cotizaciones de los granos en 2017 fue de muy escasa volatilidad en comparación con otras campañas.

Las cotizaciones del poroto de soja en Chicago registran, desde enero a la fecha, una merma de apenas un 0,7%. El mayor recorte en las cotizaciones corresponde al aceite de soja con una corrección de 1,5%.

El precio del maíz subió un discreto 1,3%, mientras que la cotización de la harina de soja mejoró 3,3%.

Mención aparte merece el trigo, que obtuvo la mejor performance entre todos los granos con una mejora del 8%, a pesar de un escenario productivo altamente holgado en Europa y en la región del Mar Negro. La interpretación a este fenómeno radica en que los precios del trigo fueron muy afectados en la campaña precedente, anticipándose a este exceso de oferta mundial.

 

(*) Vicepresidente de Panagrícola SA

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