Una expansión descontrolada en la periferia que desnudó falencias de infraestructura
Edición Impresa | 26 de Noviembre de 2017 | 02:19

En la última década numerosos barrios de la periferia experimentaron una expansión con continuos loteos de terrenos que se ocuparon a ritmo acelerado. El sudeste platense (Parque Sicardi y Villa Garibaldi) fue el que más se expandió: 213% en diez años, seguido por zonas de Gorina y Arturo Seguí.
Con un 19% de las viviendas vacías en el casco, esas urbanizaciones alejadas del Centro le dieron a los vecinos la posibilidad de acceder a la vivienda propia, pero significaron, a la vez, el desembarco en sectores sin servicios básicos ni infraestructura, cuando no en terrenos otrora catalogados como productivos. Hoy, en muchas de esas urbanizaciones, las carencias estructuales son evidentes. Días atrás este medio dio cuenta de las dificultades que atraviesan las 50 familias que viven en el barrio “La Esperanza”, comprendido por las calles que van de 133 a 137 y de 607 a 609 y gestado por el Procrear. Con accesos intransitables, las familias tuvieron que ponerse al hombro hasta la compra del tendido eléctrico.
Similar situación viven en el barrio El Paraíso, en la calle 182 desde 66 a 70 donde sus habitantes demandan que la Municipalidad se haga eco de sus necesidades. El único servicio que tienen es luz eléctrica, pero no alumbrado público.
Desde el Municipio aseguran que ante este panorama “en los últimos dos años se trabajó para urbanizar barrios como Puente de Fierro, en Altos de San Lorenzo; Nuevo Abasto; Malvinas I y II, en Melchor Romero; y El Mercadito, en Tolosa. El Secretario de Planeamiento Urbano Gabriel Rouillet sostuvo que también se atienden las demandas de las urbanizaciones en barrios Procrear, “tal es el caso de El Gigante del Oeste donde se encuentra en plena ejecución la obra de pavimentación de la calle 173 que conectará la avenida 520 con la 52 para unir las localidades de Lisandro Olmos y Melchor Romero”.
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