Bruno Mars convocó a una multitud en la Ciudad e hizo bailar a un ejército de fanáticos
Edición Impresa | 26 de Noviembre de 2017 | 04:24

Diego Di Pierro
ddipierro@eldia.com
La nueva sensación del pop se llama Bruno Mars y anoche hizo bailar a un estadio colmado. El tour 24K Magic llenó de música cada rincón del Único. A falta de Michael Jackson o de Prince, la ciudad se dio el lujo de disfrutar a su mejor heredero.
A las 19 el arranque fue con Lo Pibitos. Funk, hip hop y demás música urbana que empezó a calentar al público. La otra banda invitada fue DNCE, integrada por el cantante Joe Jonas, uno de los Jonas Brothers. La brillantina y el baile fusionados con el aire gangsta. Teloneros a la altura y en sintonía con lo que se iba a venir. Aunque Mars es mucho más que la suma de esas dos partes.
Todo estalló a las 21, con la aparición estelar del cantante, productor y coreógrafo. Un mar de cámaras de celular fue apenas el reflejo del brillo y la parafernalia que había arriba del escenario.
La lista de temas se pareció mucho a la que venía haciendo en sus shows previos del tour. El arranque eléctrico fue con “Finesse”, “24K Magic” y “Treasure”. También brillaron “That’s what I like” y “Versace on the floor”. Un cambio más abajo, “When I was your man” y “Calling all my lovelies” terminaron de darle el clima a una noche con todos los condimentos. El cierre, el de siempre: “Uptown funk” ayer tenía 2.770.000 reproducciones en YouTube. ¿Cuántas va a tener el mes que viene? Uno de los éxitos de la década terminó por hacer explotar a todo el Estadio Unico.
de Hawaii al mundo
Compositor, productor musical y coreógrafo, Mars está mostrando su nuevo trabajo por Sudamérica desde el 18 de noviembre con un show en Río de Janeiro y San Pablo. Después de La Plata, pasará también por Chile, Perú y Ecuador.
El público argentino ya se había encontrado con Bruno en 2012 en Mar del Plata. Mars era en aquel entonces un fenómeno en ascenso, gracias a la publicación de su primer álbum, “Doo-Wops & Hooligans”, que había dado al mundo hits como “Grenade”, “Just the way you are”, “Runaway baby” o “The lazy song”, ineludibles en los veranos de 2011 y 2012.
Pero todavía no se había convertido en la figura estelar del entretenimiento mundial que es hoy, con 26 millones de discos vendidos, varios premios Grammy y dos apariciones en el SuperBowl, un furor que comenzó a gestarse con la publicación de su segundo trabajo, “Unorthodox Jukebox” (a fines de ese 2012) y que se cristalizó con la aparición del tema que grabó junto a Mark Ronson, “Uptown Funk”, un éxito brutal que encabezó todas las listas de los temas más escuchados, incluidos “Los 40 principales” argentinos, ganó premios y convirtió su espectacular video en el cuarto más visto de la historia en la plataforma de YouTube.
El quiebre fue su “24 K Magic”, el álbum que lo trajo de nuevo por Latinoamérica. Un disco que bien podría ser el primero retro en revalorizar el estilo de los años ‘90, tras una década de amor musical y visual por los ochenta. En este material, el artista echa la vista atrás a su juventud e intenta revivir la felicidad que sintió al bailar con las chicas de su clase en el festejo de San Valentín de su escuela en Hawai. “Cuando era pequeño tenías que saber bailar, si no sabías bailar las chicas no te miraban”, se acuerda el intérprete de 32 años con cierta melancolía.
La historia profesional del artista hawaiano fue componiendo temas para otros artistas, como “Nothin’ on You”, de B.o.B; “Billionaire”, de Travie McCoy; y “Forget You!”, de Cee Lo Green. Hoy el presente lo tiene como un creador constante de melodías y ritmos que ponen a moverse hasta al techo del estadio de 25 y 32.
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