É ramos pocos … y parió el hornero

Irene Bianchi

irenebeatrizbianchi@hotmail.com

@IRENEBIANCHI

¿Vieron que la Chiqui pinchó?

¿La Chiqui? ¿En serio? Entonces todavía tenemos esperanza las sub-90.

¡No seas mal pensada, Chela! ¡Siempre con la idea fija! Pinchó la rueda del auto, yendo a Mar del Plata, y se quedó varada en la ruta.

Podría haber hecho dedo. ¿Se la imaginan? ¡Choque en cadena!

El Presi casi hizo dedo en el campo donde aterrizó de emergencia en su helicóptero. Un vecino comedido lo llevó a Chapadmalal. No se olvida más ese tipo. Se lo va a contar a sus nietos, bisnietos y tataranietos. “Me cayó un Presidente del cielo”.

¿No tiene Uber, como Cristian Castro? ¿Escucharon los audios hot que le mandó a más de una? “Te mando un Uber”, susurra con voz melosa. Y agrega: “Hacé una maletita para pasar el día mañana”. Jeropa importante el caballero.

Entre el empalagoso Cristian Castro, y “Rolando Rivas, Taxista”, hay un abismo insondable. Me quedo toda la vida con el tachero García Satur.

Tiene gustos amplios, Cristian, ¿no? Nunca sabré para qué equipo juega.

¿Y qué me cuentan de Bolu-Doman? Estrenó novia nueva. Y van …

Lo bueno del chabón es que a las ex les consigue laburo. Tiene la fantasía del haren

En cambio Matías Alé, tan enamorado que estaba, ya cortó. No le duran nada.

Como la guita en el bolsillo. Si algo faltaba para darse cuenta de lo poco que vale nuestra moneda, chicas, es el lanzamiento del billete de $1.000, el mes que viene. ¡Un horror! Papelitos de colores.

Yo todavía no me acostumbré al de $500. Me tengo que cuidar porque lo confundo con el de $5. Y más de un vivo se abusa de mi chicatez.

Tiene un hornero, ¿no? El ave nacional de la Región Centro. Pajarito arquitecto.

Alcanza a gatas para una ida al Chino. Pensar que con mi miserable jubilación mínima, no llego ni a diez de esos flamantes billetes.

¿Cómo, Nilda? ¿Vos no tenés una jubilación de privilegio? ¿No estás dentro de los $737 millones que el Estado paga por mes a unos pocos con coronita?

Acá siempre hubo hijos y entenados, como decía mi abuela.

El que los tiene de hijos a sus subordinados es Tinelli. Acoso laboral hace. Obligó a su productor a besar a su novia en cámara.

¡Tanto como obligarlos! No les puso una pistola en la cabeza.

Hay formas sutiles de coaccionar a tus empleados. Si se hubieran negado, seguro que toma represalias. Es abuso de poder porque es el dueño del circo. Me da asco.

¿Y por qué lo mirás, entonces? ¿De masoca?

No. Para ver hasta dónde llega. Y siempre me sorprende cómo perfecciona su manipulación día a día.

Hay culpas compartidas, en todo caso. Los participantes se prestan a ese juego perverso. Se dejan humillar con gusto, a cambio de un suculento sueldo y 5 minutos de fama. Tienen asegurado el laburo del verano, en alguna obra pedorra en Carlos Paz o Mar del Plata, bancada por los productores de Gran Titiritero.

Pero ¿no hay que estudiar teatro para subirse a un escenario?

¡No! Eso era antes, cuando los actores se formaban. Ahora te recibís de actor si pasás por el Bailando por un Sueldo o por Gran Bodriano. Capacitación express.

Perdón que cambie de tema, chicas, pero ¿se dan cuenta que nuestro próximo encuentro ya es en diciembre? Alguien me explica cómo llegamos hasta aquí.

Se voló. Nos la pasamos en el cuarto oscuro en el 2017. Meta campaña.

Parole, parole, parole. Estoy harta de promesas incumplidas. Los políticos me tienen hasta la coronilla. Te endulzan el oído para que los votes, y después: si te he visto, no me acuerdo. Más falsos que beso de suegra. Impostores.

Pronto hay que armar el arbolito. El mío está pidiendo pista. Despelechado el pobre

Hagamos uno colectivo, comunitario, y juguemos al amigo invisible. ¿Les parece?

Pero no pijotiemos. Nada que valga menos que el papelito del hornero, ¡Chin, chin!