Los incidentes por Jerusalén pierden intensidad, pese a otros dos muertos
Edición Impresa | 10 de Diciembre de 2017 | 02:40

JERUSALÉN
La tensión entre israelíes y palestinos se mantuvo ayer tras una jornada en que el número de muertos por la protestas llegaron a 4 en Gaza, y las marchas contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejaron ayer 150 heridos en los territorios palestinos, pero no ha dado comienzo la tercera Intifada, a la que han llamado algunos de sus líderes.
Los altercados ayer se concentraron en los barrios palestinos de Jerusalén Este, donde la policía israelí a caballo, cuyo portavoz advirtió de que “respondería a toda protesta ilegal”, redujo todo conato de manifestación.
En el barrio de Salahadín una veintena de personas fueron dispersadas cuando levantaron banderas palestinas en rechazo al mandatario estadounidense, cuyo rostro tachado con una cruz portaban en carteles, después de que el pasado miércoles reconociera a Jerusalén como capital de Israel y anunciara el traslado de la embajada norteamericana a Tel Aviv.
CAOS
Las bombas de estruendo y los caballos por las veredas provocaron el caos en el vecindario y el cierre de los comercios cuando aumentó el número de manifestantes y jóvenes palestinos se enfrentaron a los agentes policiales arrojando latas y botellas.
Junto a la Puerta de Damasco, uno de los principales accesos a la ciudad amurallada de Jerusalén, altercados similares terminaron con la detención de 13 personas y cuatro agentes heridos.
“Bloquearon las rutas y arrojaron piedras a los oficiales. Cuatro policías quedaron heridos y fueron tratados en el lugar de la escena”, explicó el portavoz policial Micky Rosendfeld.
Los mayores disturbios se sucedieron en Cisjordania y la Franja de Gaza, donde los jóvenes palestinos retaron al Ejército israelí, que suele responder con amplio material antidisturbios, y donde hubo 135 heridos, 25 de ellos por munición real y que fueron trasladados a centros hospitalarios, según el Ministerio de Sanidad palestino.
La portavoz militar dijo que 600 palestinos arrojaron cócteles molotov, piedras y neumáticos incendiados en protestas que calificó de “violentas” en 20 zonas de Cisjordania.
En la Franja de Gaza se registraron las cuatro víctimas mortales que se ha cobrado hasta ahora esta escalada de tensión, dos de ellos en enfrentamientos del viernes con el Ejército israelí y otros dos en bombardeos que la aviación lanzó en la madrugada contra posiciones del movimiento islamista Hamás como respuesta al disparo de cohetes desde la Franja.
El primer bombardeo dejó 15 heridos, entre ellos un bebé de seis meses, y el segundo de madrugada, dos muertos, identificados como militantes del brazo armado de Hamás, cuyos cuerpos fueron rescatados por la mañana de los escombros.
Ofer Zalzberg, analista israelí del International Crisis Group, cree que “es demasiado pronto para decir cómo evolucionarán las protestas, pero está claro incluso a la luz del número relativamente bajo de víctimas y heridos hasta el momento, que aumentarán cada día que pase”.
NO RECIBEN A PENCE
El liderazgo palestino estudia las medidas que deben seguir a la decisión de Trump y, por el momento, el presidente Mahmud Abbás, según confirmó su asesor, decidió no recibir al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Para la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Estados Unidos está deslegitimado en el proceso de paz, y el titular de Exteriores, Riad Al Malki, advirtió en El Cairo de que se ha convertido en parte del conflicto y ha dejado de ser un mediador.
Según dijo el portavoz de la OLP, Xavi Abu Eid, “ha habido una serie de reuniones de los comités políticos” tendentes a “aprobar los pasos a seguir ya que Estados Unidos ha decidido echar por la borda cualquier esfuerzo para lograr la paz”.
Abu Eid pidió a Europa que aproveche la reunión que tendrá el lunes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con los titulares de Exteriores en Bruselas, para posicionarse.
RECHAZO ÁRABE
Mientras tanto, los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe pidieron al presidente estadounidense, Donald Trump, que se retracte de su decisión de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, pero se abstuvieron de tomar medidas de presión directa contra Washington.
“El consejo solicita a Estados Unidos que anule su decisión sobre Jerusalén y que trabaje con la comunidad internacional para que Israel se comprometa a aplicar las decisiones internacionales y a poner fin a la ocupación ilegal e ilegítima de todos los territorios palestinos y árabes ocupados desde junio de 1967”, indica el documento final del encuentro. Esta postura fue defendida incluso por el principal aliado árabe de Estados Unidos, Arabia Saudita. (AP, EFE y TÉLAM)
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