El que calla otorga, o lo difícil de tener que explicar lo inexplicable

Por WALTER EPISCOPO
wepiscopo@eldia.com

Gimnasia se despidió de 2017 con una derrota alarmante. Por que en líneas generales volvió a jugar mal y ni siquiera pudo aprovechar las enormes ventajas que la Academia dió en defensa en la primera etapa.

El gol de Brahian Alemán fue un espejismo apenas, porque el equipo nunca fue más que el rival. Solo que lo agarró frío, y lo embocó con un zurdazo tremendo del uruguayo que fue el mejor una vez más. Después, solamente veintipico de minutos donde los mens sana manejaron la pelota con criterio.

Pero ese gol que le dió una victoria parcial nunca tuvo un sustento firme. Como aquella historia que nos contaban de niños de la casa de los tres chanchitos. Apenas el rival “sopló” un poco, se vino toda la estructura abajo.

El Lobo nunca pudo acostumbrarse a sumar en estas primeras 12 fechas, aunque sea ganar y empatar, ni siquiera hablamos de meter dos triunfos consecutivos. Y eso no deja de ser grave, cuando un equipo se acostumbra a no ganar y perder lo toma como algo que es parte del camino que debe atravesar para llegar a...

Se dice que un arquero debe “comerse” algunos goles tontos para aprender, pero si le pasa todos los domingos, el técnico deberá cambiarlo. Lo mismo pasa con un delantero si erra muchos goles.

El Lobo sumó 13 puntos de los 36 que se jugaron. Tiene la valla más vencida

En el fútbol el objetivo es ganar, tratar de sumar de a tres para lograr los objetivos. No se puede ser tan “naif”. El resultado importa por que esto es por plata, y por mucha. Esto no se trata de una Escuelita de Fútbol, acá se deben hacer más goles en el arco de enfrente, de los que se reciben en el propio.

Y el llamado “proyecto futbolístico” es necesario defenderlo no solo a la hora de las palabras, sino adentro de la cancha con actitud, entrega y compromiso, algo que en el Cilindro a algunos futbolistas les faltó, o sino, no estarán a la altura de las circunstancias.

Fue alarmante lo mal que quedó el equipo en los tres goles de Racing, evitables por cierto: como los dos de Belgrano o los de Chacarita, por mencionar algunos.

En este semestre se lo vió más veces a un impotente Alexis Martín Arias debiendo buscar la pelota en el fondo de su arco (tiene la valla más vencida del campeonato), que salvando al equipo con atajadas espectaculares como tiempo atrás.

Sin dudas, Soso como entrenador tiene su responsabilidad, pero los futbolistas tienen una cuota importante en estos resultados por que son los que entran a las cancha.

Por eso ese vestuario silencioso en Avellaneda, pero con mucha bronca también. Los futbolistas deberán hacer su profunda autocrítica, por que el “proyecto” que tanto dicen defender como repiten una y otra vez cuando declaran, se tiene que sostener con buenos resultados. Es así. No hay otra.

Y una vez más, como en tantos otros partidos, los jugadores dejaron la cancha de Racing sin hablar con la prensa. Sin explicar qué pasó, o porqué pasó. Mirando el piso o excusándose de hablar una vez más. Claro, es lo más fácil cuando no se puede explicar lo inexplicable, o justificar lo injustificable.

Los números son claros, jugadas 12 fechas no son buenos. Apenas sumó 13 unidades producto de 4 victorias y 1 empate en aquel recordado debut 4-4 con Defensa y Justicia. Las derrotas fueron 7.

Lo que se llegó a rescatar en este último tramo de la Superliga, es que en las últimas tres presentaciones como local se pudo hacer fuerte y ganarle a Vélez, Patronato y River; y reponerse de las caídas iniciales en el Bosque, con Huracán y Lanús.

Algunos de los futbolistas más grandes, muchas veces quedan expuestos hacia afuera por hablar asiduamente (Lucas Licht, Facundo Oreja); los del medio en edad, hablan a veces, pero hasta ahí; y los más jóvenes tampoco quieren hacerlo seguido por que pueden llegar a tener alguna reprimenda.

Entonces, solamente queda la palabra y la visión de Soso, que se hace cargo (y está bien que así sea), aunque adentro del campo de juego sus dirigidos cometan errores increíbles y eso ya escape a el. Después, se puede estar de acuerdo o no con su visión de los hechos, pero su parecer lo da siempre.

La “idea” de juego que quiere implementar el DT, se pudo ver por momentos, y evidentemente no le ha alcanzado para que su equipo sea protagonista o pueda ubicarse en algunos puestos más arriba de la tabla de posiciones.

Ante Racing volvió a demostrar todo lo que le cuesta imponerse cuando sale de 60 y 118. Salvo el empate con el Halcón (4-4) y el ajustado triunfo con Olimpo (1-0), después se volvió con las manos vacías contra Unión, Godoy Cruz, Chacarita, Belgrano y Racing.

Las individualidades ya no salvan la “ropa”. Solo Alemán con aquel agónico zurdazo ante River o el gol olímpico en Bahía Blanca le dió 6 puntos que hacen que el presente no sea aún peor. Desde el banco tampoco llegan soluciones.

El final del partido fue una búsqueda audáz, desesperada, sacando a los dos laterales y obligando en medio del juego a los que estaban adentro, a adaptarse a otra idea. Un cierre que no deja una buena imagen, seguramente con más dudas que certezas de cara al futuro.