A dos semanas de su debut, el billete de $1.000 asoma poco y nada en los circuitos comerciales
Edición Impresa | 20 de Diciembre de 2017 | 02:07

Pocos todavía en circulación, los billetes de $1.000 son la “vedette” en las cajas registradoras de los comercios de la Región. “Nunca vi ninguno”, dice la mayoría de los kiosqueros, taxistas, verduleros y agencieros en tanto algunos vecinos ya pasaron por la sorpresa de dar con la figura del hornero al realizar una extracción en cajeros automáticos del microcentro platense.
El nuevo papel impreso, ahora el de más alta denominación, fue lanzado por el Banco Central el 1º de diciembre pasado y se distribuye de forma paulatina por todo el país, de acuerdo a lo anunciado por la entidad nacional.
Continuación de las emisiones de los papeles de $200, $500 y $20, el nuevo billete, de la familia de “Animales autóctonos de Argentina”, posee, al igual que los otros de la serie inaugurada en junio de 2016 (con el yaguareté que representa los $500), un diseño vertical en su anverso que muestra un hornero, ave típica de la región chaco-pampeana.
Figurita difícil
A lo largo, por caso, de la avenida 7, entre plaza Italia y plaza Rocha, con varios locales comerciales consecutivos, en estos días se dan todas las situaciones: algunos empleados aseguran no haber visto “nunca” el billete de $1.000; otros se adelantan y dicen que no los aceptarían porque ese valor les complica el cambio; y hay quienes ya han recibido un número no muy grande de esa denominación y, señalan, en cada ocasión tuvieron que hacer malabares para reunir el vuelto de la compra.
En rigor, los mayores problemas frente al cambio suceden en los negocios de venta de productos de menores costos.
Por ser, además, un billete nuevo y, por ende, poco conocido entre el público, no faltan aquellos vendedores que tienen algún temor de aceptarlo y toparse con uno falso.
Medidas de seguridad
El billete de reciente lanzamiento cuenta con estrictas medidas de seguridad. En el anverso posee la marca de agua, que reproduce el retrato del hornero y presenta, a la vez, centrada en la parte inferior, la denominación “1.000”. Además, el hilo de seguridad principal cuenta con una banda aventanillada de color marrón, y posee un hilo de seguridad secundario, una fina banda integrada que puede verse al trasluz.
Asimismo, como complemento frente-dorso, la nueva moneda muestra una huella parcial del ave, ubicada a la izquierda de la marca de agua; que se completa por transparencia con el reverso.
“ Me lo dio el cajero hace unos días y por ahora prefiero no cambiarlo. Para mí es una forma de ahorrar”
En la impresión calcográfica puede verse un retrato del hornero y el código para personas con discapacidad visual con un relieve perceptible al tacto. Los motivos impresos en color violeta presentan luminiscencia amarilla a la luz ultravioleta.
En el reverso, se observa la numeración vertical sobre el margen izquierdo en color rojo, con luminosidad roja a la luz ultravioleta y la numeración horizontal, en el ángulo superior derecho en tinta negra, con dígitos de tamaño variable.
El papel con el que se lo confeccionó es de algodón de 90 g/m2.
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