La Superliga se comió a otro entrenador

El uruguayo Mauricio Larriera, de común acuerdo con la dirigencia de Godoy Cruz, dejó hoy el puesto de entrenador del equipo mendocino, al que dirigía desde julio de 2017 y con el cual tenía contrato hasta junio de 2018.

"Tomé la decisión porque el equipo no logró el objetivo futbolístico que pretendía. El punto crucial del funcionamiento fue la derrota frente a Rosario Central por la Copa Argentina (por los cuartos de final, 2-3 tras desperdiciar dos goles de ventaja con un hombre menos el rival). Fue un quiebre en la confianza y la motivación entre el plantel y cuerpo técnico. Nunca nos levantamos de esa caída", afirmó Larriera.

El entrenador, de 47 años y nacido en la ciudad uruguaya de Florida, dirigió a Godoy Cruz quince partidos (entre Superliga, Copa Libertadores de América y Copa Argentina), con siete victorias, seis derrotas y dos empates.

"Hoy dejamos al club en zona de Copa Sudamericana (úndecimo en la Súperliga con 17 puntos) y quiero resaltar el gran trabajo que había hecho Lucas Bernardi (su antecesor). En algo fallé yo y esta es la experiencia que me queda en el fútbol argentino", agregó el entrenador en conferencia de prensa después de la última práctica del año para los mendocinos, que tendrán vacaciones hasta el 3 de enero.

Los primeros nombres que circulan como candidatos a suceder a Larriera son los de Alejandro Abaurre, David Ramírez (ambos ídolos como futbolistas en Godoy Cruz) y el de Walter Coyette, quien renunció en Chacarita tras la derrota ante Olimpo en Bahía Blanca (0-2), el sábado último.