El tipo de pensamiento que más cuesta desinstalar

Me parece bien todo lo que tiene que ver con denunciar el micromachismo, que es el pensamiento más naturalizado y que más nos cuesta desinstalar. Pero para que esa denuncia funcione hay que evaluar muy bien el contexto social donde se la hace. En un país altamente patriarcal como el nuestro, las campañas de este tipo tienen que ser más claras, porque de otra forma corren el riesgo de entenderse al revés.

Desde Las Mirabal damos charlas en escuelas y barrios sobre micromachismo, y somos conscientes de la gran cantidad de personas que lo siguen tomando como si fuera un chiste, sin entender lo que trae aparejado.

Por eso decimos que para denunciar el micromachismo usando sus frases más representativas, es preciso hacer un trabajo previo de concientización y lograr que más personas entiendan por qué las mujeres seguimos teniendo un lugar de inferioridad en la sociedad. Ese trabajo previo tiene que ver con todo lo que nos falta aprender como sociedad, algo de lo que el Estado debería hacerse cargo, en especial considerando que vivimos en un país donde muchas mujeres todavía no saben siquiera que existe una ley que las protege de la violencia familiar.