Cande Tinelli: tiene todo menos amor

El fin de semana sorprendió -y mucho- la noticia de la ruptura entre Cande Tinelli y Franco Masini, sobre todo por las declaraciones de amor 2.0 que los exitosos tortolitos se dedicaban en las redes sociales, en donde compartían imágenes de su romance soñado. Sin embargo, y demostrando claramente que el dinero no es todo, el actor le rompió el corazón a la hija de Marce, quien, en sus escasos 26 años, tiene una larga lista de romances frustrados, en los que ella, al parecer, termina siendo “la dejada”.

Aunque ninguno de los dos habló abiertamente, todo parece indicar que Franco habría tomado la decisión de cortar la relación con Cande, a seis meses de haberse emparejado.

Ella fue contundente sin nombrarlo. “El error está en desaparecer cuando más uno necesita al otro. Las cosas se enfrentan, no se les escapa”, escribió el sábado, cuando saltó el rumor de la ruptura, tras confirmarlo con una respuesta a Analía Franchín.

Y ayer, sumida en el más profundo dolor, se limitó a darle me gusta a comentarios de seguidores que criticaban la falta de madurez de Franco Masini, quien es tres años menor y por lo que, en varias oportunidades, la han apodado como una “roba cunas”.

Tan picante fue el cruce con las fans del actor y cantante que, harta de los ataques, Cande apeló a la vulgaridad para pedirle a las “masinistas” (fans de Masini) que le “sobaran la quena”. Sí, así como leyó.

Pero más allá de sus actitudes rebeldes, lo cierto es que Cande parece ser, en el fondo, una muchacha con el corazón con agujeritos.

Sus últimas relaciones no han durado más de seis meses y han terminado mal o muy mal.

Su noviazgo más duradero, de hecho, y que ha tenido en su último tramo varias marchas y contramarchas, fue el que mantuvo con el cineasta Nacho Lecouna, quien ha dirigido varias sketchs de Marce para “ShowMatch”. Era el novio “de toda la vida” sin embargo, en 2014, se separaron. Esa vez, parece ser, por decisión de ella.

La ruptura con Lecouna fue el puntapié inicial para el destape de Cande, y una explosión de su adicción a los tatuajes.

A medida que pasaban los meses, Cande se mostraba tan desinhibida en las redes como tatuada, y comenzó a ser noticia con mucha pero mucha frecuencia.

En agosto de ese mismo año, en el que dio por finalizado su romance con Lecouna, otro Nacho entró en circulación.

Lo llamaron “amor de herederos” y al poco tiempo se confirmó: Cande comenzó a salir con el nieto de La Chiqui: Nacho Viale.

Ella lo confirmó en las redes, incluso hizo una fuerte demostración de celos, a semanas de iniciar la relación, un detalle que hizo ruido para el productor.

“Se busca y extraña. Si lo ven, no se le acerquen, y no lo miren más de dos segundos. Podría pasar algo fatal. Miren bien la foto, chicas. Lo lamento. Tiene dueña”, escribió junto a una foto de Nacho rodeada de emoticones dejando explícito de que si alguna chica se le acerca “la mata”.

La hija del conductor de “ShowMatch, en aquel entonces, también compartió una foto algo misteriosa, de una espalda de hombre escrita con rouge, que podría ser el joven productor, con la siguiente frase escrita en inglés: “El respeto propio no tiene nada que ver con el sexo o la propia desnudez. Respeto significa tomar decisiones que te hacen feliz”.

El fue cauteloso, como sabiendo en qué terreno se metía. “Candelaria es una persona maravillosa”, dijo Viale pero, cuando le pidieron que especifique, gambeteó a lo Messi: “Nunca hablé de mis relaciones, la verdad es que no voy a hacerlo ahora… Esas cosas las reservo porque es lo que quiero preservar para mí. Nunca hice una nota ni nada por el estilo”.

La relación duró seis meses. En diciembre de ese año, ella hacía este balance: “Así termina el 2014... Todo lo que tiene que terminar, termina... Todo lo que tiene que empezar, empieza... Y si no, se disuelve”.

Tras varios meses de soltería, Cande volvió al ruedo en marzo de 2015 y se reconcilió brevemente con Nacho Lecouna, su ex “de toda la vida”. Pero la vuelta duró poco, muy poco: apenas semanas después se distanciaron y “para siempre”.

SU TATUADOR

Pero el amor volvió a golpear la puerta de Cande en mayo de 2016, cuando inició un romance con su tatuador.

“No hay mejor lugar que en tus brazos, @candelariatinelli”, escribió Rodrigo, junto a una instantánea en la que la bella it girl lo besa dulcemente. Al ver la mención, ella no dudó en retribuirle el gesto amoroso con “un corazoncito”.

En simultáneo, la hija de Marcelo Tinelli también había dado otro indicio 2.0 de su vínculo con Rodrigo, al publicar un video en el que él está diseñando un nuevo y colorido tatuaje: “Cuando estás muy metido en lo que hacés y te tirás unos tonos… Soy tu fan @rodrigotatt”, tituló Cande, sin rodeos sentimentales.

Sin embargo, tres meses después, todo fue el infierno. A través de las redes salió a ventilar su ruptura con picantes mensajes contra su ex a quién trató de “hdp” y a quien acusó de tener una habitación destinada especialmente para realizar un tipo de atención preferencial a algunas clientas.

Aquella vez, la joven quedó en el ojo de la tormenta por ventilar detalles de su vida íntima, algo que hasta hace poco casi era secreto de estado. “Tengo un carácter importante, soy impulsiva. Pero ya está todo bien” comentó la joven y agregó que no “se arrepiente”. Y sobre cómo se tomó las repercusiones de la separación, comentó: “Me pongo un pito en la cabeza y sale en todos lados, es lo mismo”.

OTRA VEZ

Y cuando parecía que finalmente Cande Tinelli había sentado cabeza, al lado del galán teen del momento, con quien paseó por Europa y Estados Unidos celebrando el amor, otra vez el desencuentro con Cupido llegó.

“Yo no entiendo nada”, dijo la it girl, demostrando su incertidumbre por una relación que creía consolidada y de la que, sin embargo, había advertido días atrás, para saludar a su novio cuando cumplieron los seis meses, que “todo va tan rápido que asusta”.

¿Qué pasa con Cande Tinelli? ¿Por qué no puede ser completamente feliz? Ella, años atrás, lo explicó en una entrevista: “La gente cree que por ser ‘hija de’ una no tiene problemas, que todo es perfecto. Y la verdad es que nadie se salva de los problemas”. En aquel momento, publicó una foto en Twitter, donde se leía que “Al que juzgue mi camino le presto mis zapatos”.