Pobre Matilda: todavía no nació y ya está metida en una polémica

Qué sí. Qué no. Qué blanco. Qué negro. La vida pública y privada de Luciana Salazar ha sido siempre contradictoria y polémica. Siempre misteriosa, la rubia se las ingenió cómo pudo para ser siempre tema de noticia. Y ahora, que está a punto de cumplir lo que siempre consideró como el gran sueño de su vida, con el inminente nacimiento de la hija -Matilda- que tendrá fruto de la subrogación de vientre, la polémica por la paternidad de la criatura empaña su nacimiento.

La separación de Salazar de Redrado, tras mil y una idas y vueltas, fue confirmada meses atrás por los dos protagonistas de este culebrón. Tiempo después, ella anunció la feliz noticia de que iba a convertirse en madre soltera fruto de un alquiler de vientre en Estados Unidos. Estaba feliz, Luli, preocupada por todo lo concerniente a la maternidad. Y a horas del alumbramiento, otra vez un escándalo la pone en el centro del huracán, aunque esta vez el juego mediático se posa sobre la inocente bebé que está a punto de llegar al mundo.

La cuestión es así. Salazar siempre dijo que a pesar de estar distanciada de Redrado, él, que está viviendo en el país del norte, siempre le ayudó con los trámites legales. Su relación parecía cordial. Sin embargo, días atrás, la sobrina de Palito sacó su arma más poderosa, el Twitter, y escribió misteriosos mensajes destinados a su ex: “¿Cuándo le vas a contar la verdad a tus hijos y a la sociedad?”, le tiró la rubia, y las especulaciones comenzaron a circular.

Claro que, típico de ella, tiró la bomba y escondió la mano. Luli no volvió a hablar de sus tuits, apelando otra vez por la intriga.

Pero las versiones sobre la posible paternidad de Redrado de su hija comenzaron a circular con fuerza. Y él, tras varias insistencias, salió a hablar del asunto.

Consultado por Tomás Dente sobre esta versión, Redrado contestó: “Por favor, leé las declaraciones de Luli en (la revista) Caras. Allí explica cómo buscó el donante”, dijo y agregó: “La nota es tan válida ahora como antes. Si Luli dijo quién era el donante, es obvio que no soy yo”.