El acusado de la masacre de Hurlingham pidió ayuda para suicidarse

Diego Alberto Loscalzo, el sindicado autor de la masacre de Hurlingham que fue trasladado ayer a la cárcel neuropsiquiátrica de Melchor Romero, se quebró en una entrevista con una psicóloga del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), cuando dijo que no recordaba nada de lo ocurrido y le pidió ayuda para suicidarse. Así lo reveló un informe que se difundió en las ultimas horas, en el cual la profesional asegura que Loscalzo sufrió una crisis emocional cuando le recordaron los hechos por los que estaba detenido y se le nombró al hijo de 11 años de su mujer, Romina Maguna (36), la primera en ser asesinada.

"Me suplica que le acerque las herramientas necesarias para quitarse la vida, ya que no puede soportar el hecho e ingresar a un penal y ser expuesto a los demás internos", notificó al juez de Garantías 4 de Morón, Alfredo Meade, la psicóloga de la alcaidía de San Martín, donde se encontraba detenido hasta ayer el imputado, Tras este informe, el magistrado ordenó su traslado al Penal Neuropsiquiátrico bonaerense de Melchor Romero. Según el dictamen de la profesional, "durante la entrevista el interno se encuentra orientado en tiempo y espacio, sin ideas delirantes pero sí suicidas. Con un aspecto desmejorado y desalineado físicamente. Respecto a lo acontecido y de lo que se lo acusa, relata no acordarse nada".

Además, la psicóloga explicó que Loscalzo le relató que "tenía una excelente relación" con su mujer Maguna y sus dos hijos y que mientras recordaba a sus familiares no se visualizaban "signos de angustia latente, hasta cierto grado de frialdad y distancia al relato". "Al rememorarle lo sucedido ese día, le nombro al niño que le apuntó pero no le efectuó el disparo y trato de llevarlo a ese momento para que pueda aportar y ahí se angustia, nombrando a U. de once años (hijo de Romina), pudiendo verse a sí mismo de niño, quebrándose en llanto ante esa situación", explicó la psicóloga en su informe.

Loscalzo quedó formalmente detenido ayer por decisión del juez Meade, acusado por el "homicidio agravado" por la relación de pareja previa con Romina, los homicidios agravados "por el uso de arma" de Vanesa Gisella Maguna (38), Juana Paiva (55), José Eduardo Maguna (34) y Darío Daniel Díaz (33); y las tentativas de homicidios agravados "por el uso de arma" de Mónica Beatriz Lloret (36), que cursaba un embarazo de nueve meses y lo perdió, su hija de 12 años y Cinthia López Gotta (38).

La masacre de Hurlingham fue cometida durante la noche del domingo último, cuando las hermanas Maguna y Díaz fueron asesinadas a balazos en la casa situada en Cañuelas 2403 de William Morris, donde también resultó herida López Gotta. Minutos después, el asesino se trasladó hasta la esquina de Schubert y Beethoven, en la vecina localidad de Villa Tesei, también en Hurlingham, donde mató a tiros a Paiva y José Maguna, e hirió a Lloret y a la hija de ésta, quienes iban a bordo de un coche Renault 19.

De acuerdo a los informes preliminares de las autopsias, Romina recibió seis balazos, Paiva y Díaz dos cada uno y José uno solo; al tiempo que los forenses señalaron que Vanesa presentaba varios orificios "de entrada y de re entrada", por lo que aun no se precisó la cantidad de impactos que sufrió. En un parte médico difundido esta tarde, el hospital Posadas informó que Lloret continúa con evolución post-operatoria favorable en sala general, donde se le siguen controlando las lesiones y que recibe contención de los servicios de salud mental y social.

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En tanto, su hija de 12 años fue dada de alta hoy y continuará con los estudios de rutina luego de que los análisis que se le efectuaron dieron resultados normales. También continúa internada en el hospital Güemes de Haedo la amiga de las hermanas asesinadas, López Gotta, quien recibió un balazo en la pierna, pero está fuera de peligro. Esta mujer, que es una de las tres sobrevivientes, estimó que Loscalzo tenía premeditado los crímenes e incluso cocinó carne con papas al horno para la cena del domingo e invitó no sólo a ella sino también a sus cuñados y durante el día preguntaba si su suegra también iba a concurrir.

López Gotta relató que tras la cena, que fue tranquila, ella comenzó a escuchar una discusión entre Romina y Loscalzo, por lo que junto a Vanesa golpearon la puerta para ingresar a la habitación donde estaba para saber qué ocurría. Indicó que cuando se abrió la puerta, salió corriendo el hijo de Romina porque Loscalzo ya había amenazado con asesinarlo y luego le disparó a Romina, a Vanesa y a ella, que decidió hacerse la muerta para que no la rematara en el piso. En un pasillo mató a Díaz y luego se dirigió en su moto a Villa Tesei y allí cometió la segunda etapa de la masacre.