Estudiantes deberá clarificar las ideas para volver con todo

De pronto, y por cuestiones que todavía no parecen tener un diagnóstico exacto, a Estudiantes se le complicó un panorama que por estos días aún procura solucionar. De único puntero en el campeonato oficial de Primera, con amplia ventaja sobre el resto, pasó a naufragar en un mar de dudas, que hasta lo hizo fracasar en la Copa de Oro marplatense.

El Pincha tenía una defensa poco menos que impenetrable, una línea media equilibrada y un ataque con variantes y gol. Hasta llegó a imponer condiciones en su momento frente a un San Lorenzo que era considerado el equipo sensación del fútbol argentino. Pero lo que parecía un camino poco menos que seguro al título, repentinamente se transformó en algo intransitable.

Perdió en su visita a Banfield, por la fecha 11, y lo que el director técnico Nelson Vivas interpretó como una mala tarde, con movimientos equivocados del equipo en jugadas puntuales, se transformó en el comienzo de un gran problema. No pudo de local contra Talleres de Córdoba, volvió a perder en San Juan frente al local San Martín, y para despedir el año cayó frente a Defensa y Justicia en el Estadio Ciudad de La Plata.

Resignó la condición de puntero, tanto que cuando el campeonato oficial de Primera vuelva a instalarse en la agenda de los argentinos, con 27 puntos, los mismos que Banfield, aparecerá detrás de Boca Juniors, el líder con 31, y de Newell’s Old Boys y San Lorenzo. El regreso a la competencia será como visitante de Vélez, y con varios aspirantes más al título.

Este año los albirrojos lo empezaron con un refuerzo impensado, como el presidente Juan Sebastián Verón. Y un viaje a los Estados Unidos para jugar la Florida Cup, etapa en la cual Vivas anunció un cambio de esquema, en principio para favorecer el ingreso de la Brujita. Pero tras regresar al país, y ya en Mar del Plata, en un triangular con Boca y San Lorenzo, la idea resultó un verdadero fracaso.

A partir de una actualidad que se completa con las salidas de Leandro González Pirez y Carlos Auzqui, transferidos, más las convocatorias de Santiago Ascacibar y Lucas Rodríguez al seleccionado Sub 20, para el Sudamericano de Ecuador, y la luxación de codo sufrida por Lucas Viatri, Estudiantes tendrá que volver a empezar, poco menos que de cero, para tratar de cumplir dos objetivos que son de base.

El primero, recuperar las posiciones que perdió en el campeonato de Primera, en el que deberá descontar los puntos que perdió ante quienes ahora tiene por arriba, y el segundo, llegar lo mejor posible para un desafío tan especial para el club como es la Copa Libertadores, una competencia en la que debutará el 14 de marzo ante un rival que todavía no conoce, y continuará en un Grupo que completan Barcelona de Ecuador y Atlético Nacional de Colombia.

Para llegar a la competencia oficial, y cumplir los referidos objetivos, antes que nada el Pincha deberá encontrar de nuevo su mejor versión, lo cual incluye jugadores y esquema táctico, eso que Vivas anunció que pensaba modificar para incluir a Verón y a la vez proyectar una serie de cambios como para mantener en la más alta competencia a un conjunto que se terminó debilitando, por las salidas, más allá de haber logrado mantener en el arco a Mariano Andújar, por quien Boca jugó fuerte pero sin poder ganar.

Con Verón en cancha, o no, y con el nuevo esquema, o volviendo al anterior, el Pincha tendrá que apurar el actual proceso de reconstrucción futbolística, aprovechando que el receso se hizo más largo de lo previsto a raíz de la crisis que tiene en jaque al fútbol argentino, porque de lo contrario, volver a escena con un panorama confuso podría restarle protagonismo, en el torneo de Primera y en la Copa Libertadores, que en caso de fallar, hasta le podría representar, a partir de un nuevo sistema en la programación, una chance más en la Copa Sudamericana.