Maniatan a una jubilada de 95 años en un asalto en su casa de Altos de San Lorenzo
| 14 de Febrero de 2017 | 01:57

Ana Vicenta Rossi tiene 95 años, pero el delincuente que ayer entró a su casa de Altos de San Lorenzo por los techos, no le tuvo ninguna compasión. Ni siquiera cuando escuchó las súplicas de la mujer, que le pidió “no me mates, soy una abuela que a gatas puede caminar”.
El terrible episodio ocurrió en horas del mediodía en las calles 78 bis y 23, al numeral 2278.
La jubilada se acababa de levantar y se había cambiado de ropas. Pero apenas dio dos pasos en el comedor de su domicilio, por una puerta que estaba abierta, apareció el ladrón, que “cayó de arriba”, explicó Rossi sorprendida.
Arma en mano, enseguida tomó el control absoluto de la situación, aunque primero lanzó una frase de advertencia: “No grites que te mato de un tiro”.
Demás está decir que Rossi no ofreció ningún tipo de resistencia, por lo que llamó poderosamente la atención la decisión del delincuente de maniatarla por las manos y los pies.
“Tengo la piel muy finita, me lastimó bastante”, contó la jubilada, todavía asustada, en diálogo con este diario y luciendo un vendaje sobre ambas muñecas.
La mujer estaba sola en ese instante de terror y terminó dentro de una habitación, en la que el ladrón empezó a revolver todo.
“Estaba en la cama, pero al final quedé de rodillas. Recién pude pedir auxilio cuando se fue -por el autor de la agresión-”, recordó.
Precisamente, fue un nieto, que vive en una propiedad lindera, el que escuchó los gritos y fue en ayuda de Rossi.
“Creo que saltó la reja. Yo todavía tenía las manos atadas por la espalda con una remera y la tuvo que cortar, porque no podía sacarla”, indicó.
EL BOTIN
Respecto de los efectos robados, después de revolver varios bolsos, el delincuente encontró la suma de 20 mil pesos, con lo que se dio a la fuga, con apoyo de un cómplice, que lo esperaba afuera a bordo de una motocicleta.
El hijo de Rossi, Norberto (60), sabe que son del barrio y tiene sus sospechas. Pero se quejó de la inseguridad que se vive en esa zona de la Ciudad.
“Hablé con el comisario y me dijo que tiene un solo patrullero. Me pregunto qué hacen los 750 móviles que están tirados en un depósito de ruta 36 y 520. Para qué los tienen parados ahí”, mencionó indignado.
“Le voy a pedir una audiencia a la Gobernadora María Eugenia Vidal. Alguien tiene que hacer algo. Acá se la están agarrando con los viejos. Y un día van a matar a uno”, agregó (ver aparte).
UN VIAJE QUE CASI SE FRUSTRA
Según pudo saber este diario, justo ayer Rossi tenía previsto viajar a Mar del Plata, con su otro hijo, a pasar unos días de descanso.
“Ahora más que nunca la vamos a llevar para que se olvide de este mal trago. Igual no sé si podrá”, comentó Norberto.
Por último, cabe destacar que la jubilada no tuvo que ser derivada a ningún centro asistencial, ya que un equipo médico acudió a su casa y allí le brindó las atenciones que necesitaba.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE