La primera crisis de Trump: cayó su asesor de Seguridad Nacional
| 15 de Febrero de 2017 | 03:06

WASHINGTON.- La primera gran crisis de gabinete del presidente Donald Trump estalló ayer luego de que el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Michael Flynn (58), dejara el cargo tras haber ocultado información sobre sus contactos con Rusia a la cúpula de la Casa Blanca. Según reveló Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, el mandatario le pidió la renuncia a Flynn debido a que “le había perdido la confianza”.
El polémico general había mantenido conversaciones telefónicas con el embajador de Rusia, Serguei Kislyak, en las que se tocó el tema de las sanciones impuestas al Kremlin en el final del mandato de Barack Obama, por supuesta injerencia en las elecciones de EE UU para favorecer al magnate en detrimento de la candidata demócrata Hillary Clinton.
Las llamadas entre Flynn y Kislyak habían tenido lugar durante el período de transición entre el gobierno saliente de Obama y el actual, e incluso antes de las elecciones del 8 de noviembre en las que Trump derrotó a Clinton. Estas conversaciones fueron interceptadas por la inteligencia estadounidense cuando aún estaba bajo las órdenes de Obama y la semana pasada fueron parcialmente publicadas por el diario The Washington Post, desatando un escándalo.
Tanto el vicepresidente, Mike Pence, como el vocero Spicer, habían reiterado en varias ocasiones que Flynn no había discutido las sanciones estadounidenses contra Rusia con el embajador del Kremlin. Flynn había negado ante Pence haber tenido esos contactos con diplomáticos rusos.
La salida de su principal asesor en seguridad es un golpe político contra Trump, que aún está asimilando el congelamiento de su decreto para modificar la política migratoria después del rechazo judicial y la oposición de importantes sectores de la sociedad civil.
El mandatario decidió no comentar directamente sobre la primera baja de su gobierno, pero sí denunció “filtraciones ilegales” de información que son publicadas en medios de comunicación, en una referencia poco velada a la denuncia inicial de The Washington Post que generó el escándalo que terminó con la baja de Flynn. “La verdadera noticia aquí es ¿por qué hay tantas filtraciones ilegales saliendo de Washington? ¿Estarán ocurriendo estas fugas mientras me ocupo de Corea del Norte?”, tuiteó ayer Trump, haciendo referencia a la crisis internacional desencadenada el domingo pasado, luego de que Pyongyang lanzara un nuevo misil de medio alcance con capacidad nuclear que cayó en el mar de Japón.
El escándalo se destapó a menos de un mes de la jura de Trump y a solo 24 días de que Flynn asumiera su cargo como asesor presidencial, tras haber desempeñado la misma tarea durante la campaña electoral del magnate.
Trump lo había designado asesor de seguridad nacional el 18 de noviembre pasado, diez días después de ganar las elecciones presidenciales, asegurando que era “uno de los expertos más importantes del país en asuntos militares y de inteligencia”.
La designación de Flynn no requería el visto bueno del Congreso, lo que lo convirtió de inmediato en una de las figuras más poderosas de la Casa Blanca: el principal punto de contacto de Trump con el Departamento de Estado, el Pentágono y la CIA.
Tras la salida de Flynn, Trump nombró en su lugar a Joseph Keith Kellogg, un general condecorado del Ejército que combatió en Vietnam entre 1967 y 1973.
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