Acusan de matar con saña y alevosía al chacal de Punta Lara

El hombre acusado de asesinar a una mujer y a su hija adolescente en Punta Lara llegó ayer a La Plata desde Misiones, donde Gendarmería lo detuvo el martes, tras permanecer una semana prófugo. En medio de un impresionante operativo de seguridad (ver aparte) lo llevaron a las fiscalías y, como se esperaba, se negó a declarar. Su situación procesal quedó más comprometida luego de que los forenses que hicieron las autopsias a los cuerpos concluyeron que las víctimas fueron ultimadas salvajemente: a la mujer le rompió la médula de una cuchillada y la menor fue enterrada viva (ver aparte).

Con ese informe preliminar el fiscal Marcelo Romero pidió recaratular la causa, sumándole al doble homicidio calificado por femicidio los agravantes de alevosía y ensañamiento, confirmaron fuentes judiciales. El juez Pablo Raele estuvo de acuerdo, y, ya de noche, Hugo Orlando Hidalgo, alias Ninja, quedó preso en la alcaidía Pettinato. Con los elementos reunidos hasta ahora no es difícil suponer que este electricista de 42 años seguirá tras las rejas por lo menos hasta el juicio oral. Y, en esa instancia, “cualquier homicidio agravado es penado con prisión o reclusión perpetua”, estimó Romero.

Un caso atroz

Maruja Chacón Pérez (50) y su hija Shirley Cielo Barrientos (15) salieron de su casa de Ensenada el mediodía del sábado 28 de enero. Según declaró un testigo que se cruzó con ellas aquel día, la mujer le comentó que iban a almorzar a Punta Lara con un amigo que les había prometido un trabajo.

Nada más se supo de ellas hasta la madrugada del martes 7 de febrero, cuando sus cuerpos fueron encontrados sepultados en la vivienda de Almirante Brown 319, que un compañero de trabajo le había prestado al “Ninja” para que pasara allí unos días. Aparentemente Maruja y Shirley no sabían que Hidalgo se llamaba así, ya que ellas lo conocieron un par de meses antes como Hugo Marcos Amiel.

El mismo día que se descubrió el doble femicidio este sujeto intentó sacar plata en un cajero de Ensenada y la justicia ordenó su captura nacional e internacional. La búsqueda duró exactamente una semana.

El martes pasado Gendarmería obtuvo el dato de que el prófugo estaba en la localidad misionera de Puerto Esperanza, cerca de Eldorado, por lo que se trasladaron hasta allí e identificaron como posible escondite un hospedaje situado en la esquina de Santa Fe y Buenos Aires.

Fuentes oficiales contaron que los efectivos montaron una vigilancia encubierta en ese sitio, hasta que pasadas las 13 vieron salir a un hombre cubierto con una gorra negra y una camisa de mangas largas, lo que les llamó la atención ya que se registraba una temperatura de unos 30° C.

Concluyeron que el sospechoso tenía rasgos fisonómicos coincidentes con los de las fotos de Hidalgo, por lo que se contactaron con el fiscal Romero y una vez que éste les confirmó que la orden de captura estaba vigente, detuvieron al “Ninja” sobre la calle Tucumán.

“Hubo un intento mínimo de fuga”, admitió Romero, “pero el personal de la fuerza lo rodeó y no hubo resistencia”.

Con el sujeto ya reducido, los gendarmes observaron que en el brazo derecho tenía el tatuaje tribal que se ve en todas las fotos y que el “Ninja” quiso ocultar con la camisa manga larga.

Tras identificarlo como el buscado Hidalgo, lo notificaron formalmente de que quedaba preso a disposición de la Justicia platense. Quedó alojado en Eldorado, desde donde ayer lo trasladaron a La Plata.

sospechas

“Presumimos que se quería escapar al país limítrofe, sabemos que también tenía un permiso laboral en Brasil, ya había estado en Paraguay y recordemos que tiene un antecedente penal allí por promover la prostitución de su pareja”, detalló Romero en una conferencia de prensa que ofreció ayer en la fiscalía.

Hidalgo fue detenido el 10 de abril de 2014 en Paraguay, después de que su suegra lo denunció por violencia familiar y trata de personas. El fiscal Samuel Valdéz lo acusó de obligar a su esposa, a quien conoció en Argentina y con la que tuvo dos hijos, a ejercer la prostitución. El acusado admitió que su mujer se prostituía, pero que fue “de mutuo acuerdo, porque estaban atravesando una difícil situación económica”.

¿Detrás del doble femicidio hay una red de trata?

“Hasta ahora tenemos un solo sospechoso aunque no descartamos la participación de otras personas”, concluyó Romero.