Justin Hurwitz: el compositor detrás de la música que enamora al mundo

Para el compositor de “La La Land” Justin Hurwitz, gran candidato a llevarse el premio a mejor canción y mejor banda sonora en los Premios de la Academia gracias a la música que ha enamorado al mundo entero, ha sido un largo y laborioso camino desde que soñó con realizar un musical con su viejo compañero de cuarto Damien Chazelle hace seis años en la universidad hasta que ambos se convirtieron en los héroes de esta temporada de premios por una película que casi no se filma.

“No encontrábamos un estudio que la quisiera hacer, o financiamiento de ningún tipo. Seguíamos trabajando en ella porque creíamos en ella y nos apasionaba la historia y la idea de hacer un musical con composiciones completamente originales”, relató sobre aquellos días el maestro Hurwitz, quien también trabajó con Chazelle en su ópera prima “Guy and Madelaine”, otro musical, y “Whiplash”, cinta independiente que ganó tal reconocimiento que terminó allanando el camino para que, finalmente, “La La Land” se concretara.

Pero el financiamiento fue apenas uno de los escollos que debió superar Hurwitz para ver plasmada su visión: tuvo la titánica tarea de conformar a su perfeccionista compañero de universidad, a quien le enviaba diferentes melodías para el musical “hasta encontrar una que hiciera que él enloqueciera”. Le llevó, estima, 1.900 demos conseguirlo.

EL PROCESO

“Normalmente, el compositor no llega hasta más tarde, cuando la película ya está terminada”, explicó Hurwitz, quien relató que “no sentimos que la música temporal (música ya existente que se coloca temporalmente en las escenas filmadas para orientar al compositor, quien se suma al final a los proyectos) funcionaría en esta cinta, porque el lenguaje de la música era muy importante para hacer que todo en conjunto fluyera, así que tuve una oficina al lado de la sala de edición donde Damien y (el editor) Tom Cross estuvieron trabajando por ocho meses. Todos los días me daban escenas y yo les daba la música y ellos ajustaban las escenas para que encajaran con la música y yo ajustaba la música para que encajara con las escenas. La película y la partitura fueron evolucionando juntas”.

“Fue un proceso un poco inusual. También hubo algunas situaciones realmente raras en las que yo toqué el piano mientras estaban filmando, como en la escena en que Mia (Emma Stone) está en el restaurante con su novio y su hermano. Yo estaba en el plató tocando el tema porque queríamos que ella reaccionara a la música, pero también queríamos que la música reaccionara a ella. Yo estaba viéndola en el monitor y tocando y componiendo mientras ellos filmaban”, reveló el artista.

Stone es una de las claves del proyecto, a quien director y compositor orientaron para que no impostara la voz y explorara un registro natural: “Buscamos que fuera algo así como Audrey Hepburn en ‘Moon River’. Emma tiene una voz similarmente susurrante. Es una voz agradable que no tiene mucho de Broadway, aunque ella puede, y lo hace, en ‘Audition’. Pero cuando canta lo hace con una ligereza y despreocupación encantadoras. Ese tipo de voz hace que uno la sienta un poco más como una persona de verdad. Quisimos mantener algo de realidad y vulnerabilidad y humanidad”, relató Hurwitz, quien inspiró el personaje que interpreta Ryan Gosling.

LA INSPIRACION

“Damien estuvo modelando al personaje de Sebastian (Ryan Gosling) un poco inspirado en mí. Durante la preproducción, mandó a los diseñadores de vestuario y de producción a mi apartamento para que tomaran fotos y se fijaran en todo. Yo estaba usando mi piano como mesa. Comía en él y ponía encima el correo, prácticamente tenía todo encima del piano. Ryan oyó sus planes y dijo, ‘creo que es demasiado triste, demasiado patético’. Así que hicieron su departamento menos... austero”, afirmó entre risas, y confesó que en su vivienda “solo hay una habitación blanca con un piano y una cama. La única decoración era un afiche de ‘Los Paraguas de Cherburgo’ (principal influencia del filme) en la pared. Lo han descripto de varias maneras: una de ellas como “un asilo de locos con un piano”.

El mundo es ahora diferente para Hurwitz, que tras haber visto el esfuerzo remunerado durante los últimos dos meses, en los que ha recibido un puñado de premios de la crítica, un BAFTA y dos Globos de Oro a la mejor música y canción original (”City of Stars”), “he comprado muchos más muebles”.