Ecuador se prepara para elegir al sucesor de Correa en un ballotage

QUITO.- El candidato oficialista a la presidencia de Ecuador, Lenín Moreno, y el opositor de centroderecha Guillermo Lasso se enfrentarán en un ballotage el 2 de abril, al no haber conseguido los votos necesarios para ganar en primera vuelta, según afirmó ayer el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Pozo. “No es posible”, dijo Pozo, respondiendo a una pregunta de un periodista sobre si matemáticamente podrían variar los resultados del escrutinio oficial. “Tenemos una tendencia marcada”.

Con el 95,4% de las actas escrutadas, Moreno, un licenciado en Administración Pública de 63 años que perdió la movilidad de sus piernas tras sufrir un asalto en 1998, sumaba el 39,22% de los votos válidos frente al 28,34% de Lasso, un ex banquero que busca por segunda vez la presidencia del país.

Moreno, ex vicepresidente del saliente mandatario Rafael Correa entre 2007 y 2013, requería un 40% de los votos válidos más una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre Lasso para obtener un triunfo en la primera vuelta electoral.

El retraso en la proclamación de resultados oficiales finales de la elección despertó incertidumbre entre los ecuatorianos y desató denuncias de fraude.

En los comicios del domingo, unos 9,8 millones de ecuatorianos concurrieron a las urnas para decidir entre la continuidad del modelo socialista instaurado por Correa hace una década o un cambio de timón hacia una economía de libre mercado.

A pesar de la diferencia de más de 10 puntos porcentuales que separan a Moreno de Lasso, el ballotage es un duro revés para el oficialismo que, liderado por Correa, ha conseguido contundentes victorias en las urnas desde que asumió el poder en 2007.

Moreno, quien ha buscado desmarcarse del estilo confrontativo de Correa y de las acusaciones de corrupción que han salpicado a su gobierno, pareciera resignado a definir la presidencia en una segunda vuelta electoral, luego de haber celebrado previamente su “triunfo” al conocerse los primeros resultados a boca de urna.

Lasso, accionista del Banco Guayaquil, del cual fue presidente por casi dos décadas, ha pedido al resto de los seis candidatos opositores unirse para enfrentar a Moreno en el ballotage. Sin embargo, el banquero aún despierta recelo en parte de la población que lo asocia con la crisis financiera de 1999, que obligó a miles de ecuatorianos a emigrar dejando atrás un país sumido en el desempleo y la inflación.

El retraso y la incertidumbre sobre la celebración de una segunda vuelta habían aumentado la tensión en el país andino entre los principales candidatos y los simpatizantes de sus formaciones políticas. Desde la noche del domingo hubo concentraciones en Quito y en Guayaquil ante las sedes del CNE, la autoridad garante de los comicios. El propio Lasso declaró: “Que se demoren tres días para dar los resultados finales, es un intento de fraude y eso no lo vamos a permitir”. Y Moreno aseguró en su perfil de Twitter que está dispuesto al diálogo.