Multas y arrestos para agresores

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Siete de cada diez docentes se está preocupado por la violencia escolar y al menos la mitad de ellos se sienten desprotegidos, según los datos de una encuesta difundida recientemente.

En el marco de esta situación, el próximo ciclo lectivo arrancará con una novedad que busca frenar las agresiones: la ley que prevé multas y arrestos para aquellos familiares de alumnos que agredan a docentes o auxiliares,

A partir de ese nuevo instrumento, quien agreda a un docente puede afrontar penas de hasta 60 días de arresto y sanciones económicas superiores a los 30.000 pesos.

Quien agreda a un docente puede afrontar penas de hasta 60 días de arresto y sanciones económicas superiores a los 30.000 pesos.

La modificación al Código de Faltas de la provincia de Buenos Aires que prevé multas y hasta el arresto para quienes agredan a docentes entró en vigencia a principios de este mes.

El gobierno bonaerense promulgó entonces la ley sancionada en diciembre, que agrega al código el artículo 74 bis.

Allí se contempla la posibilidad de penar con multas y/o arresto a las personas que agredan verbal o físicamente a personal docente y no docente de los establecimientos educativos públicos y privados.

Según la nueva norma, publicada en el Boletín Oficial, se “sancionará con arresto de entre 5 y 30 días o multas de entre el 50% y el 100% del haber mensual de un oficial subyacente de la Policía de la Provincia a la persona que, invocando un vínculo con el alumno, dentro del establecimiento de gestión pública o privada o en las inmediaciones, hostigue, maltrate, menosprecie o perturbe emocional o intelectualmente a un trabajador de la educación, sea docente o no”.

Ademas, la ley que comenzará a aplicarse este año establece que se penará a quien “insulte” a un docente o auxiliar o “provoque escándalo”.

También a quien “ejerza actos de violencia física, perturbe de cualquier manera el ejercicio de la función educativa” o “ingrese sin autorización a un establecimiento educativo y no se retire a requerimiento del personal docente o no docente”.

Si bien no se espera que la norma termine con la violencia en las escuelas, se busca que actúe como un freno inhibitorio que reduzca la cantidad de agresiones.

Los especialistas indican que para que la violencia no vuelva a estallar en las escuelas, lo que se necesita es hacer una intensa tarea cultural que ponga el acento en la rejerarquización de la tarea docente y del rol de los educadores en la sociedad. Un cambio, que, entienden, llevará tiempo.

 

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