Cambios en el Teatro Colón: renunció Lopérfido y Paloma Herrera reemplaza a Guerra

Un comunicado emitido ayer por el Teatro Colón informó que el director artístico del máximo coliseo argentino, Darío Lopérfido, “presentó su renuncia para encarar nuevos desafíos profesionales en el exterior, desde donde continuará colaborando con la gestión”.

La misma comunicación dio cuenta de que la Directora General del Colón, María Victoria Alcaraz, nombró en su reemplazo para ocupar la Dirección General de Programación y Producción Artística al mexicano Enrique Arturo Diemecke, hombre de larga trayectoria en el Teatro y quien desde el 2007 se desempeña como Director Musical de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

La oficina de prensa del Colón aprovechó la nota para señalar que “asimismo, en el marco de esta renovación, se designó para llevar adelante la Dirección del Ballet Estable a la ex primera bailarina Paloma Herrera, en reemplazo del Sr. Maximiliano Guerra”.

En el parte de prensa del Colón, Lopérfido expresó: “Me voy feliz de haber puesto al Colón muy alto”.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, indicó que la gestión de Lopérfido “incrementó la asistencia de público así como la programación de figuras de nivel internacional y de argentinos que triunfan en el exterior, como Marcelo Alvarez, Marianela Núñez, Ludmila Pagliero y Alejo Pérez. Además, comenzaron las transmisiones por streaming y se abrieron los ensayos al público en forma gratuita”.

En tanto, Diemecke, el reemplazante de Lopérfido, manifestó ante su nombramiento: “Es un enorme orgullo para mí asumir la responsabilidad de conducir los destinos de programación y la producción artística de un Teatro como el Colón, agradezco esta oportunidad que me brindan y dejaré todo mi esfuerzo para mantener bien alto el prestigio de nuestro Teatro”.

Y Paloma Herrera, hija dilecta del Colón, donde inició su carrera desde niña y se proyectó internacionalmente entre las mejores bailarinas del mundo, señaló sobre su nuevo cargo: “Acepto este reto con un enorme orgullo y agradecimiento. El Colón me dio todo, amo esta casa en la que crecí desde muy niña. Es una gran satisfacción para mí devolverle al Teatro todo lo que me dio, y poder proyectar a nuestro extraordinario cuerpo de baile al mundo”.

INTERNAS

El escrito institucional vino a formalizar “la consolidación de un proceso de cambio para el que se hacían imprescindibles las salidas de Lopérfido y Guerra”, aseguraron fuentes internas del Colón.

Desde las altas esferas del Teatro insistieron con que a Lopérfido “ya le habían pedido hace tiempo que se fuera y no se quería ir, porque su situación era insostenible”.

La tensa relación entre el ahora saliente funcionario y la estructura colonista sumó una nueva rispidez cuando el funcionario reveló que tenía “una oferta laboral irresistible” desde el exterior para alejarse del Colón (se trataría de un organismo nacional con sede en Berlín).