Por ahora, Sessa no afloja

La tan esperada reunión entre Gabriel Pellegrino, titular albiazul, y el ex arquero del club Gastón Sessa finalmente se concretó. Luego de varias marchas y contramarchas las partes se vieron las caras mano a mano, pero el resultado del cónclave no fue el que esperaban en calle 4, por lo que la posibilidad de un acuerdo extrajudicial está prácticamente diluida y en Gimnasia existe una gran preocupación por las graves derivaciones financieras que esto implicaría: “esto, sumado al cuadro general prácticamente nos empujaría a ir al Concurso Preventivo de acreedores” , deslizó una fuente a este diario.

Es que, de acuerdo a lo que trascendió, pese al diálogo amable y al hecho puntual de que Sessa haya accedido a juntarse con el nuevo presidente del club sin abogados de por medio, el cuadro de situación no se ha modificado en absoluto: el jugador sigue adelante en búsqueda de cristalizar el cobro que ya ordenó la justicia, a la vez que -al menos por ahora- no levantará el embargo que trabó contra los derechos de televisión que Gimnasia tiene para cobrar en este primer semestre de 2017. En pocas palabras, hubo una reunión que fue caratulada por todos los actores como “amena, educada y distendida”, pero el litigio sigue su curso como hasta ahora y el cuadro de situación no se ha modificado en lo más mínimo.

EL ESPERADO ENCUENTRO

Después de varias semanas de contactos telefónicos y a través de chats, finalmente el martes en la noche pudo concretarse el esperado encuentro entre las partes. A invitación de las autoridades del club, Gastón Sessa accedió a juntarse con el presidente mens sana. Lo hizo acompañado por su esposa, aunque sin abogados de por medio, algo que fue tomado como un gesto de buena predisposición por parte del actual gobierno albiazul, una señal de acercamiento por parte de Sessa, tal como le venían reclamando en público y en privado, al tratarse no solo de un ex jugador, sino de un socio de la entidad y miembro de una familia gimnasista de varias generaciones, incluso con actuación en la conducción de la entidad de calle 4.

El encuentro, al que Pellegrino fue solo, se desarrolló en las oficinas del ex portero.

El jugador, según se supo, agradeció el diálogo directo, a diferencia de lo ocurrido en otros momentos del club, aunque habría dejado en claro que son los abogados quienes seguirán manejando la cuestión técnica-legal, por lo que no habría dejado ni un resquicio, por lo menos en esa charla, para pasar de la vía judicial a un acuerdo que pueda darle algo de oxígeno a las golpeadas arcas de la tesorería mens sana. Eso sí, en calle 4 aún no cierra la puerta para que esta postura se modifique.

EL EMBARGO SIGUE CORRIENDO

Uno de los pedidos que hizo Gimnasia, más allá del deseo de reestructurar el pago general que ordena la senetencia por el juicio laboral que asciende a los 18 millones de pesos por todo concepto (reclamo de fondo, costas, intereses, pago a los abogados y multas), fue instar al Gato a instruir a sus patrocinadores para que levantaran el embargo que el ex jugador trabó contra los derechos de TV que el Lobo cobrará en este primer semestre de 2017. Por lo que pudo saber este diario, el embargo sigue vigente y por el momento no hay gestiones para levantarlo por parte de los demandantes.

“Este embargo nos deja prácticamente al borde la Convocatoria, porque se chuparía las cuatro cuotas de derechos de TV que nos tienen que entrar en este semestre”, le dijo una fuente dirigencial a este diario.

La propuesta del club fue pagar en el corto plazo una parte del monto total exigido en el juicio, contraponiendo que si el club entra en convocatoria, el pago se diferirá mucho más en el tiempo. Con esta propuesta, Sessa dialogará con sus abogados, aunque en calle 4 se mostraron poco optimistas en torno a que sea este el camino que se transitará.

En consecuencia, hoy por hoy, tras el esperado encuentro mano a mano entre las partes, no hay indicios firmes que marquen que Sessa levantará la demanda ni el embargo . No obstante, desde el club se muestran cautelosos, en el afán de dejar abierta la posibilidad de un posible arreglo hasta el último minuto. De momento, parece difícil.