WikiLeaks ayudará a Google y a Apple para defenderse de la CIA
Edición Impresa | 10 de Marzo de 2017 | 03:34

WikiLeaks colaborará con las empresas tecnológicas para ayudarles a defenderse de las herramientas de hackeo de la CIA, según aseguró ayer su fundador, Julian Assange. El anuncio crea un posible conflicto entre las empresas de Silicon Valley deseosas de proteger sus productos y una agencia de inteligencia golpeada por las revelaciones del grupo, que busca una transparencia radical.
Durante una conferencia de prensa online, Assange -quien está asilado en la embajada de Ecuador en Londres- reconoció que varias empresas solicitaron mayores detalles sobre las herramientas de espionaje digital de la agencia de inteligencia estadounidense y cuya existencia reveló en una filtración masiva el martes. “Decidimos darles acceso exclusivo a algunos de los detalles técnicos que poseemos para poder encontrar remedios”, dijo Assange. Una vez que las empresas hayan reparado sus productos, agregó, WikiLeaks dará a conocer las herramientas de hackeo al público.
En respuesta a la rueda de prensa de Assange, la portavoz de la CIA Heather Fritz Horniak dijo: “Como hemos dicho anteriormente, Julian Assange no es exactamente un bastión de verdad e integridad. A pesar de los esfuerzos de Assange y sus pares, la CIA sigue recolectando activamente información de inteligencia en el extranjero a fin de proteger a EE UU de los terroristas, de Estados hostiles y de otros adversarios”, añadió. Hasta el momento la CIA se negó a hacer declaraciones sobre la autenticidad de la filtración, pero en un comunicado divulgado el miércoles insinuó que ésta había resultado perjudicial al equipar a sus adversarios “con herramientas e información que nos causan daño”.
Assange inició su conferencia online con una crítica a la CIA por perder el control de su arsenal de espionaje digital, señalando que todos los datos se guardaron en un mismo lugar. “Esto es un acto histórico de incompetencia pasmosa”, dijo. “WikiLeaks descubrió el material porque había sido repartido”, añadió. Assange dijo que era casi imposible ocultar o controlar la tecnología. “No hay absolutamente nada que impida a un agente cualquiera de la CIA” o incluso a un contratista emplear la tecnología, aseguró Assange. “La tecnología está diseñada para no tener que rendir cuentas y para ser imposible de rastrear”.
La CIA se abstuvo de confirmar el miércoles si el material provino de sus archivos, aunque nadie duda de ello. De hecho, el FBI junto a la central de inteligencia iniciaron una investigación para averiguar cómo fue que el material terminó en internet para que cualquiera lo pueda ver. No se precisó se hay sospechas de que algún espía de alto nivel escondido dentro de la CIA filtró secretamente el material a WikiLeaks o si la CIA podría haber sido víctima de un hackeo.
“EL SISTEMA ES OBSOLETO”
En este marco, la Casa Blanca aseguró que el presidente Donald Trump cree que los sistemas tecnológicos de la CIA están “obsoletos y deben ser actualizados”, después de las críticas de Assange.
Trump tenía previsto reunirse ayer con el director de la CIA, Mike Pompeo, y con su secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, para abordar el tema de las filtraciones y de la oferta de Assange de ayuda a las compañías tecnológicas.
La reacción de la Casa Blanca a las declaraciones de Assange evidenció la brecha entre Trump y la comunidad de inteligencia de EE UU, de la que desconfía desde antes de llegar al poder. Trump sospecha que entre sus empleados pueden estar los responsables de muchas filtraciones aparecidas en la prensa en sus primeras semanas en el poder y que lo irritaron profundamente.
Las tensiones entre el mandatario y la CIA comenzaron durante la campaña electoral y se agravaron en diciembre, cuando Trump puso en duda la conclusión de esa agencia de que Rusia lanzó ciberataques en EE UU con el objetivo de ayudarlo a ganar las elecciones. El equipo de Trump desacreditó esas mismas conclusiones de las agencias de inteligencia al asegurar que se trataba de “los mismos (espías) que dijeron que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva”, en referencia al motivo de la invasión de Irak en 2003.
Al día siguiente de asumir como presidente, en enero, Trump visitó la sede de la CIA en un intento de acercarse a la comunidad de inteligencia, pero eso no disipó del todo las tensiones con la agencia.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE