Mirtha no se rinde: “Quiero saber quiénes robaron mis joyas”

A menos de un mes de haber cumplido los noventa años, Mirtha Legrand se presentó ayer en la Justicia para declarar, como testigo, en el juicio que le inició a su ex empleada, Lina Rosa Díaz, por el robo de joyas y dinero en su departamento en 2010.

“Declaré todo bien, apelé a mi memoria porque esto pasó hace siete años y algunos detalles no los recuerdo precisamente”, sostuvo la diva al salir de la audiencia procesal.

“Espero que todo esto se esclarezca y que se sepa quiénes fueron que los que se metieron en mi casa y robaron”, agregó la animadora, quien detalló sobre la situación de ir a declarar que “es como en las películas, de un lado están los contrincantes, del otro los que están a favor tuyo”.

Díaz está procesada junto a su pareja, Jorge Antonio Petrak, y al hijo de éste de un matrimonio anterior, Orlando Aníbal Jiménez, por el supuesto delito de “robo agravado por su comisión con arma de fuego”.

ELVIRA Y EL CHOFER, ACUSADOS

Legrand contó que su ex mucama acusó de complicidad a la otra empleada “Elvira, que hace 30 años trabajó conmigo, y a Marcelo, mi chofer” y confió que esa acusación la “disgustó muchísimo”.

Rosa María Juana Martínez de Tinayre -tal el nombre real de Mirtha Legrand- fue víctima del robo ocurrido el 5 de diciembre de 2010, a las 2 de la madrugada, cuando “tres sujetos no individualizados redujeron al empleado de seguridad del inmueble sito en la Avenida Libertador 2802, de esta ciudad”, según el fallo judicial.

“Tras exhibirle un arma de fuego, le cubrieron el rostro con su camisa y le ataron las manos con su corbata. Luego, por el ascensor de servicio, obligando al vigilador a ir con ellos, arribaron al 4° piso del edificio e ingresaron al departamento utilizando a tales fines las llaves del lugar”, añadió la resolución.

“La caja fuerte que le sustrajeron a la conductora contenía la suma aproximada de 20.000 dólares, 500.000 pesos y alhajas y joyas por un valor cercano a un millón de dólares”

“Sin prender las luces, valiéndose de linternas, se dirigieron directamente al dormitorio principal y sustrajeron una caja fuerte (no empotrada) que se hallaba en el interior del placard. Se apoderaron también de objetos personales tales como anteojos de sol, polveras, pañuelos de seda con las iniciales ‘ML’ y papeles varios”, precisó.

Mirtha Legrand estaba en ese momento en “un evento en la provincia de Entre Ríos”.

Según la investigación que llevó adelante el juez Rodolfo Cresseri, “la caja fuerte que le sustrajeron a la conductora contenía la suma aproximada de 20.000 dólares, 500.000 pesos y alhajas y joyas por un valor cercano a un millón de dólares”.