¿Ultima misa y retiro espiritual?

Sin dudas, esta noche será especial para los fanáticos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota porque podría convertirse en la última vez en la que su ex líder, el misterioso Carlos Indio Solari, suba a un escenario a cantar.

El fantasma de las despedida flota en el aire desde que el mismísimo cantante y compositor confesara, meses atrás, que el Mal de Parkinson le venía pisando los talones; una noticia indigerible para la horda de sus leales seguidores, que peregrinan año a año, religiosamente, para verlo entonar aquellos himnos que, en vida, ya lo llevaron a la inmortalidad.

La invitación está cursada y parece que nadie faltará. Hasta ayer, en los puestos oficiales se habían vendido 180 mil tickets -aunque se espera el arribo de veinte mil personas más sin entrada-, un reflejo de la enorme expectativa que hay en torno a este show.

El lugar elegido por Solari y su productora, a un año de su última presentación -el 12 de marzo de 2016 en Tandil-, le otorga otro matiz histórico al espectáculo. En Olavarría, hace ya veinte años, una prohibición del por entonces intendente -el radical Helios Eseverri- le impidió a los Redondos tocar por temor a que se generaran disturbios, “una cuenta pendiente” que se saldará esta noche, aunque de forma parcial, obviamente, por la separación de los fundadores de la mítica banda, quienes decidieron apostar por caminos solitarios.

El Indio, en este sentido, subirá al escenario montado en el Predio Rural La Colmena secundado por sus músicos Baltasar Comotto y Gaspar Benegas, en guitarras; Marcelo Torres, en bajo; Martín de Pas, en batería; y Pablo Sbaraglia, en teclados.

Respecto al show, se descuenta que el repertorio estará integrado en gran parte por clásicos de los Redondos y, al respecto, esta semana se “filtró” una probable lista de canciones que daban cuenta de ello.

Aunque no hubo confirmaciones ni desmentidas, la lista contempla temas como “Queso ruso”, “Vencedores vencidos”, “Un ángel para tu soledad” y el ineludible “Jijiji”, en los bises, entre otros clásicos; además de canciones incluidas en sus cuatro discos solista “El tesoro de los inocentes”, “Porco Rex”, “El perfume de las tempestad” y “Pajaritos, bravos muchachitos”.

Las puertas del estadio, según se anunció, se abrirán desde las 15, aunque Olavarría, desde ayer, pareció multiplicarse en habitantes, con los fans tomando la ciudad con todo el colorido de su ritual. Desde hace meses, están colmadas la capacidad hotelera y los campings de la ciudad, al punto que varias casas particulares ofrecieron cuartos en alquiler para los visitantes.

“Estamos felices por el evento, es un gran desafío”, aseguró el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, quien descartó la posibilidad de que se produzcan desbordes ante la gran cantidad de público, al sentenciar que “los fanáticos van a demostrar que se puede hacer un show de esa magnitud sin violencia”.

La posibilidad de que dentro del recital puedan llegar a producirse incidentes la manifestó el mismísimo Indio Solari, quien, a través de su amigo Marcelo Figueras, envió un mensaje a sus fans para que se “cuiden” durante el concierto bajo un comunicado breve -y en tercera persona- titulado “Un último secuestro, no”.

“Quienes vayan a ver al Mister (por él) no pequen de inocentes. Cuiden a quién tienen al lado. Este es un momento especial. Hay intereses oscuros que con pocos miembros pueden alterar la fiesta. A bailar y cantar es a lo que vamos y eso haremos. El sábado, a cuidarse y a cuidar de quienes nos rodean, aunque no los conozcamos. Cierta gente de mierda (debería puntualizar: poderosa gente de mierda) se regodearía si alguien sale lastimado. No le demos el gusto. A vivir que son dos días”, recomendó Solari.

Esta advertencia para sus seguidores llegó horas después de que el cantante, al igual que otra gran cantidad de artistas y figuras de la cultura y de la política, firmara una contundente solicitada en contra del gobierno de Mauricio Macri, y por lo cual, tanto él como su entorno, especulaban con la posibilidad de recibir algún tipo de represalias.

Así lo confirmó el escritor Figueras, quien aclaró que el rockero “no tiene miedo” pero “es consciente de que vivimos un momento agitado, de mucha violencia institucional hacia los más débiles” y explicó que el Indio, con esa mensaje, “simplemente instó a la gente a que no deje que nadie le arrebate el estado de ánimo durante el transcurso de algo que debe —porque todos lo necesitamos así— ser una fiesta”.

Las cartas están sobre la mesa. ¿Quedará esta noche en la historia del rock?