Cómo modernizar una casa antigua
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2017 | 03:41
Muchos son los edificios que se encuentran en mal estado a causa de los años y los propietarios deciden hacer una reforma integral para poder residir en ellos en forma confortable.
Algunos de estos inmuebles son recibidos por herencia, otros son comprados con la intención de mantener muchos de los detalles de esa vivienda antigua.
Pero sea cual sea la causa, se necesitan una serie de pautas a seguir para que el espacio se convierta en habitable y poder así acabar con éxito una reforma integral con un óptimo resultado en calidad y precio.
LA ESTRUCTURA
Lo primero que se debe analizar es el estado del edificio.
El arquitecto deberá observar si hay que reforzar muros, reparar grietas y rajaduras añadir contrafuertes, entre otras técnicas.
También, si se quiere incrementar el aislamiento acústico, éste sería el momento de decidirlo.
El tema del techo también es importante, será en esta etapa donde se examinará su estado y se decidirá si se hace algún tipo de intervención para fortificarlo.
Se deberá decidir que se deja y que no.
Al ser una vivienda antigua, hay quienes querrán conservar partes o una serie de detalles de la esencia de la casa.
Por ejemplo vigas antiguas, trozos de paredes restauradas o la esencia de una bodega o cocina.
Las partes conservadas requerirán un trabajo de restauración y se coordinarán con el resto de cambios de la vivienda.
LAS INSTALACIONES
Uno de los temas más delicados en la restauración de las viviendas antiguas son sus instalaciones.
La mayoría de las viviendas antiguas tienen las tuberías de agua o gas y el sistema eléctrico que requieren ser remodelados.
Se deben adecuar todas las instalaciones que sean necesarias para adecuarlas a las nuevas exigencias del hogar.
Pero también es el momento oportuno para pensar en el ahorro energético, mirando así por el medioambiente y disminuyendo el gasto en luz, agua y gas.
Esto requiere no sólo reparar las instalaciones de la casa, sino en muchas oportunidades modificar el tipo de materiales para lograr un mejor aprovechamiento de la energía y un cuidado más eficaz del medio ambiente.
Otro aspecto a tener en cuenta es la ubicación de las habitaciones y los distintos ambientes.
Es básico decidir cómo se quieren los espacios, si se cambia totalmente la distribución o si sólo se hace alguna apertura cambiando puertas y ventanas.
Habrá que decidir entonces el tipo de suelo a usar (mosaicos, parqué, cerámicos) y el color de la pintura.
Al ser una vivienda antigua, es muy probable que haya restos de humedad.
La humedad se debe eliminar con una primera limpieza con solución de cloro y pintando con productos especializados antihumedad.
Llegados a este punto, se deben analizar los costos.
Encontrar a los mejores profesionales no implica que el costo deba ser desmesurado.
La importancia de buscar y comparar presupuestos de empresas dedicadas a las reformas es la misma que la de decidir si al final hay que cambiar el techo.
Si se consiguen profesionales de confianza, que se adapten a las necesidades personales de cada uno y que sean rentables en calidad y precio, el trabajo será mucho más sencillo.
LOS MATERIALES
Por último, los materiales necesarios para la reforma se han de pedir con antelación, eligiendo los más adecuados para el tipo de trabajo que se quieras encarar.
En conclusión, la reforma de una vivienda antigua puede ser un trabajo ágil si se tiene información suficiente y una correcta organización. Una casa antigua puede quedar realmente sofisticada y puede ser una opción más accesible que empezar una casa desde cero.
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