Entradera en Gonnet: golpean, atan y amenazan a un vecino

Aníbal (65), vecino de 483 entre 20 y 21 de Gonnet, empezaba otro día de rutina. Sacó el auto a la calle para ir a trabajar a Capital y cerró el portón de la cochera. Por ahí pasó una banda de delincuentes que no dudó en ir a asaltarlo. Así empezó una secuencia que incluyó amenazas de muerte y castigos de toda clase.

Por el hecho, que trascendió ayer, pero sucedió el viernes pasado, cerca de las 06.30, la hija de la víctima publicó una carta en Facebook, donde agradece que está con vida.

Aquel día, cuatro ladrones se escapaban de cometer otro robo en Tolosa, de donde se llevaron un Gol Trend negro.

Al volante de ese auto, pararon al ver al hombre adelante de su casa y lo redujeron automáticamente. Luego de hacerlo bajar de su vehículo, empezaron a golpearlo y a amenazarlo a punta de pistola.

Enseguida le sacaron el cinturón para atarlo. También le pusieron una mordaza en la boca. En esas condiciones lo obligaron a entrar a la vivienda. Adentro también lo sujetaron de piernas.

Algo que complicó todavía más las cosas fue que Aníbal no podía desactivar la alarma, entre los nervios y que estaba con las manos inmovilizadas. Como sonó la chicharra, los ladrones se enardecieron y siguieron con los golpes. También le pusieron un arma en la cabeza.

La sirena frenó y el aviso fue enviado a un familiar de la víctima. Igual, los delincuentes tuvieron 20 minutos para hacer lo que quisieron.

Desde ese punto se dedicaron a saquear la casa, al punto de vaciarla, según palabras de Aníbal. El enumeró que le sacaron televisores, una computadora, su auto Volkswagen Voyage y su billetera con algo de efectivo y los documentos.

“Te vamos a matar, a pegar un tiro”, eran algo de lo que le decían, mientras le pisaban la cabeza y continuaban con la paliza.

La banda tuvo todo terminado pero aún así dejó encerrado al hombre. Cerraron la puerta con llave desde afuera.

Por eso, Aníbal tuvo la difícil tarea de desatarse de pies y manos, y además, salir al patio a través de una ventana.

Luego le pidió auxilio a una vecina, que se encargó de llamar al 911. La Policía llegó en pocos minutos. El hombre tuvo que someterse a estudios médicos. Aún ayer continuaba dolorido y, principalmente, muy asustado.

RECLAMO

Como se dijo, la hija de Aníbal eligió la red social Facebook para expresar sus sensaciones por lo ocurrido: “La impotencia me invade....el temor me paraliza....no quiero sólo consolarme con la frase `gracias a Dios, mi papá esta vivo`”, destacó.

“Mientras les escribo, mis lágrimas caen sobre el teclado y no dejo de apretar mis dientes con furia....”, agregó indignada.

“A caso debemos acostumbrarnos a vivir con miedo y convertirnos en animales salvajes que sólo actúan por instinto....asesino???”, opinó.

Por último, reflejó que “de lo material, no quiero ni preciso nada....Solo pido, ruego, imploro vivir en paz, que si tengo que perder a alguien sea meramente por la ley de la vida, que sea Dios quien me lo arrebate y no un hombre”.