Momento de preocupación y reflexión en el cuerpo técnico

Estudiantes no logra retornar a la identidad táctica y futbolística que tan buenos dividendos le había dado en el tramo inicial del presente campeonato. El equipo albirrojo volvió a dejar puntos en el camino por errores propios en su última presentación y esas equivocaciones individuales ya empiezan a preocupar más de la cuenta al cuerpo técnico comandado por Nelson David Vivas.

Que el entrenador pincharrata se haya retirado sin hacer declaraciones a la prensa el pasado sábado del estadio Monumental de Rafaela el pasado sábado, despertó una interminable cantidad de conjeturas, algunas alejadas de la realidad y otras que no serán reconocidas públicamente, pero que puertas hacia adentro encuentran cierto asidero.

La primera lectura que no se condice con lo que en efecto está pasando en el núcleo cerrado del fútbol del León es que el técnico esté pensando en dar un paso al costado en lo inmediato. Si bien realizó sugestivas declaraciones en la previa del partido ante Patronato, desde el club hubo un respaldo y, más allá de la salida de Agustín Alayes, uno de los hombres que más lo banca, nadie piensa en interrumpir de manera anticipada el ciclo. Tampoco lo analizaría el propio DT más allá de aquel chisporroteo.

LO QUE LE QUITA EL SUEÑO AL TECNICO

Entonces, hoy por hoy, la cuestión que desvela a Vivas y su equipo de trabajo es la repetición de errores que le terminan costando puntos, todos ellos muy valiosos en la lucha por el título. Aquellos de la noche de Liniers y también los que se le escaparon en Rafaela.

Por lo bajo, reconocen que con un Boca que no da garantías y la paridad general que impera en el fútbol argentino, corrigiendo aspectos básicos en lo concerniente a saber sostener los resultados, el equipo tranquilamente podría pelear el título hasta el final.

Por eso, la de hoy será una jornada más de reflexión para un cuerpo técnico preocupado, en la previa de un regreso a la actividad -será mañana en el Country- que se presume movido y con mucha autocrítica en la intimidad. Puertas hacia adentro, se hará foco en que ya no hay más margen para los errores infantiles, si la idea es volver a prenderse en la pelea grande.