La reconversión de los galpones ferroviarios de Tolosa, en marcha

La conversión de los históricos talleres ferroviarios de Tolosa en un complejo de estacionamiento y limpieza para trenes eléctricos se puso en marcha con los primeros movimientos de tierras en la zona de 3 y 524. En algunos meses, apenas quedarán vestigios de los galpones cuya construcción impulsó Otto Krause, y en su lugar empezará a aflorar una enorme nave metálica de dos cuadras y media de longitud.

Los últimos pasos para el inicio de la obra que impulsa el Ministerio de Transporte de la Nación, en el marco de la modernización del ramal vía Quilmes del ferrocarril Roca, fueron la reubicación de familias que se hallaban usurpando un sector del predio de una veintena de hectáreas y el desmalezamiento del área aledaña con 3 y 524.

Allí se montaría el obrador de la unión transitoria de empresas (UTE) conformada por Eleprint, Esuco y Supercemento, que con una oferta de 955 millones de pesos le ganó la pulseada a Techint -que había presupuestado 1.161 millones. El plazo de ejecución de los trabajos es de 740 días.

La radical transformación de los talleres construidos a fines del siglo XIX, sometidos a décadas de abandono y recuperados parcialmente merced al tesón de vecinos, ferroaficionados e integrantes de colectivos artísticos comunitarios, se traducirá en la creación de nuevos galpones, playas de maniobras y oficinas junto a la estación Tolosa.

Según afirmó oportunamente la cartera de Transporte, el proyecto elaborado por la Unidad de Investigación y Desarrollo en Ingeniería Civil (UIDIC) de la UNLP -también responsable del polémico diseño del paso bajo nivel para 1 y 32- contempla la continuidad de las actividades culturales, deportivas y museísticas que ha albergado esporádicamente el predio comprendido a grandes rasgos, entre la avenida 520 y las calles 528, 115 y 3.

El ensamblaje de una nave de 250 metros de longitud bajo cuya protección los convoyes eléctricos recibirán limpieza y mantenimiento es el centro de la renovación financiada por un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo

De los antiguos muros a los que el legendario Otto Krause les puso su sello quedará sólo parte de las fachadas, que serán sometidas a tareas de restauración (limpieza de superficies, eliminación de especies vegetales invasivas, reposición de materiales y sellado de fisuras y juntas).

También se conservará el imponente y deteriorado “tanque-mirador”, cuya puesta en valor fogonea por estos días un grupo de residentes tolosanos en plan de rescate patrimonial; pero será desguazada la “mesa giratoria” existente, que se halla a la altura de 3 y 524, donde estará la entrada de coches hacia una playa de estacionamiento con capacidad para más de un centenar de vehículos.

Las demoliciones darán pie al armado de catenarias, muros, tableros, salas de informática y sistemas, plataformas de lavado -automatizado y manual- e inspección, planta de tratamiento de efluentes, laboratorios, pañol y talleres de tornería y pintura.

El enorme tinglado de 13 mil metros cuadrados de acero y aluminio que reemplazará a la antigua nave industrial tendrá bajo su techo cinco vías “de alistamiento”, flanqueadas por pasarelas elevadas y dotadas de fosas a lo largo de todo su recorrido, donde los flamantes trenes de fabricación china serán inspeccionados antes de su salida al circuito de servicio.

Además, habrá otras dos vías para atender imponderables que requieran intervenciones de mecánica ligera. Desde la UIDIC se precisó que “el diseño de la nueva parrilla de maniobras, que comprende unos diez kilómetros de tendido hecho a nuevo, tanto rieles como balasto y durmientes de hormigón, permitirá la salida de trenes tanto en sentido a la capital federal como hacia la estación de 1 y 44 por razones operativas”.

100

Es la cantidad aproximada de puestos de trabajo, para operarios calificados, que generará la operación de los nuevos talleres

740

Son los días que establece el contrato como plazo de ejecución de las obras, con una inversión de 955 millones de pesos