Robó, chocó e intentó matar a quienes lo asistieron: condenado

El Tribunal Oral en lo Criminal IV de La Plata condenó ayer a 15 años de prisión a un acusado de haber robado una camioneta y chocar contra una columna, para luego intentar robar el auto y matar a una pareja, que paró al ver el accidente para asistirlo y llamar a una ambulancia.

El fallo fue dictado por los jueces Ernesto Domenech, Germán Alegre y Emir Caputo Tártara, y recayó sobre el procesado Ismael Alejandro Mansilla, de 21 años.

Durante el juicio, la fiscal Graciela Rivero había pedido 18 años de cárcel para el acusado, pero los jueces, si bien coincidieron sobre el encuadre legal y la autoría del imputado, le dieron una pena menor al considerar menos agravantes que los mencionados por el ministerio público.

En la sentencia se dio por probado que el 5 de marzo de 2015, cerca de las 23, en 35, entre 22 y 23, “Diego Savone fue sorprendido, cuando intentaba subir a su Chevrolet Meriva por un asaltante que lo amenazó con una pistola, le sacó las llaves, se subió al rodado y huyó por calle 35, en dirección a 23”.

Minutos después -se agrega en el fallo- el ladrón , tras una mala maniobra, chocó conra una columna de alumbrado, en la rotonda de 25 y 520.

También se indicó que una pareja que iba ocasionalmente por el lugar, integrada por Juan Coviello y Daniela Gramaglia), en un auto VW Fox, paró en la rotonda para auxiliar.

A detenerse, Coviello ve a una persona que salía del auto chocado, al tiempo que Gramaglia intentó tranquilizarlo, mientras buscaba su celular para llamar a la ambulancia, se destacó en el fallo. Los jueces describieron que “el asaltante, al advertir el auto de Coviello detenido, se abalanzó hacia el hombre que había llegado para ayudarlo, lo tomó de sus ropas, y le exigió que le entregara el auto VW Fox”.

“Los dos forcejearon, el hombre que iba con su novia se resistió, y ante ello el asaltante sacó la pistola de su cintura, le apuntó y disparó”, se precisó en la sentencia.

El Tribunal consideró que “la víctima, en el momento del disparo, hizo una maniobra de esquive, que si bien no evitó ser herido, si logró que en vez de darle en el pecho, el proyectil diera en la parte dorsal, a la altura del omóplato derecho”.

“Herido de bala, el hombre siguió resistiendo, para evitar que el asaltante insistiera con su propósito homicida, logrando así poner en fuga al atacante, en dirección a un descampado de calle 25”, se señaló.

Los jueces entendieron que el caso debe encuadrarse legalmente como “robo agravado por el empleo de arma de fuego (por el robo del Chevrolet Meriva), en concurso real en con tentativa de homicidio calificado (criminis causa), para asegurar el resultado del delito, agravado por el uso de arma de fuego, en concurso ideal con tentativa de robo agravado por arma de fuego”, estos últimos delitos en perjuicio de la pareja que intentó ayudarlo luego del choche en la rotonda de 25 y 520.

Los magistrados consideraron como agravantes el desprecio demostrado por el imputado hacia las personas que “se habían acercado a él en actitud solidaria”, y “haber vulnerado de manera grosera la buena fe humana”, según se afirma en el voto del doctor Caputo Tártara.

El magistrado destacó que Coviello “se acercó para consultar al `accidentado´, sobre su estado , para luego recomendarle que no se moviera, que iba a llamar a la ambulancia, pero de manera inesperada, el hombre que había chocado lo agrede, intenta robarle y luego matarlo”.