Lujos y misterio, la nueva vida Loly

Si en algún momento tuvo miedo de que su carrera se terminara para siempre, como se atrevió a decir en alguna oportunidad tras separarse de Jorge Rial -considerado por muchos como el “capo de la farándula”-, Loly Antoniale confirmó que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. En su caso, un ventanal y, para colmo, internacional.

Desde hace ocho meses, con el más absoluto silencio, la modelo está instaladísima en Miami, sobreviviendo nadie sabe con qué. ¿Ahorros? Podría ser, teniendo en cuenta que la morocha facturó de lo lindo cuando estuvo en pareja con el “Intruso”, siendo convocada para los desfiles más importantes, y para promocionar primeras marcas.

Sin embargo, desde que se separó con escándalo del periodista, la ex Niña Loly se recluyó en su Córdoba natal, bajo el ala de su mamá, y de vez en cuando, con alguna indirecta vía redes sociales, o en alguna esporádica entrevista, reveló cómo había bajado el trabajo, insinuando que se le habían cerrado varias puertas debido a su distanciamiento con Rial.

Desde entonces, la bella joven que apenas roza los treinta años, bajó totalmente su perfil mediático, refugiándose en la espiritualidad, compartiendo con sus seguidores de la redes sociales frases hechas y muy esperanzadoras.

Cultura de la ley de la atracción, Loly se ha convertido en un gran misterio para periodistas y portales de la farándula local, con el ostentoso nivel de vida que lleva, y que no duda en colgar en las plataformas 2.0.

Sin proyectos laborales a la vista, ni en el modelaje ni en la actuación, dos campos que ha sabido manejar muy bien, la bella cordobesa se mueve por las soleadas calles de Miami como pez en el agua, disfrutando con la misma intensidad de las paradisíacas playas como de los shoppings y de la movida nocturna.

Movilizada, Loly se muestra manejando lujosos automóviles, en los que se la ve bajo el ritmo de cuartetos y baladas románticas, y también se la ve posando en espectaculares mansiones, con ropa de primeras marcas, y carísimos accesorios con los que completa sus elogiados outfits, alejados de los conjuntos de lycra que solía vestir cuando apenas saltó a la fama de la mano de Sofovich, quien la apodó Niña Loly.

Entre las fotos y videos de Antoniale, también hay varios en los que se la ve cerca de figuras internacionales, como Maná y Maluma, a quienes registró en medio de sendos conciertos desde una posición de sumo privilegio: ella estaba registrando desde el escenario.

Días atrás, Mariana subió un corto video en el que tres de las actrices de la exitosa serie de Netflix “Orange is the New Black” le mandan saludos diciéndole “Hola, Loly, te queremos”

Incluso, días atrás, Mariana subió un corto video en el que tres de las actrices de la exitosa serie de Netflix “Orange is the New Black” -las que interpretan a las reclusas Dayanara Diaz, Gloria Mendoza y Flaca Gonzales- le mandan saludos diciéndole “Hola, Loly, te queremos”.

No hay en las redes sociales de Loly ningún hombre, a excepción de su hermano, con quien siempre se ha mostrado muy cariñosa. De todos modos, semanas atrás, trascendió que habría alguien en su corazón…. alguien muy importante.

Fue una ex compañera suya, Cinthia Fernández, quien contó que desde hace un año la modelo estaría en pareja con un representante de artistas internacionales, que es muy famoso en la ciudad elegida por las figuras para ir a veranear.

“Cuando ella terminó su relación con Jorge Rial, se fue a Miami, empezó a trabajar en una agencia de modelaje y conoció a esta persona. A esa agencia es muy difícil entrar; a no ser que entres de la mano de alguien poderoso. Y la mano que la acompañó es muy poderosa... El señor se llama Walter y es el representante de Marc Anthony y Wisin y Yandel”, confesó la bailarina, quien, incluso, dijo que el supuesto novio la había acompañado a Córdoba el fin de año pasado para pasar la Navidad. De hecho, hay una foto en la que se lo ve cenando con su familia.

De todos modos, Loly no se ha pronunciado al respecto. Consultada por la prensa sobre esta versión, sólo se limitó a mandar “besitos para todos”. Ella sigue en la suya, dele que dele con las selfies en la playa, sonriente, tostada y, al parecer, muy pero muy feliz.